Es como pisar la Luna, en este caso particular, es encontrar y pisar la Antártida. Se narra con precisión los sentimientos y momentos de sufrimiento para poner al lector en esa situación real, con ese frío cortante y esas condiciones climatológicas de espanto de lo extrema que son. Así mismo se intenta transmitir la alegría que los personajes sienten.... se intenta al menos, porque aunque el escritor goza de buen agrado cara al público, sus obras -tales a esta- no siempre clavan el cuchillo. Me explico.

Entornos descritos con mucha precisión en algunos capítulos mientras que en otros simplemente se obvian. Los personajes de la expedición los vamos conociendo poco a poco, lo que contribuye a crear esa "necesidad" de seguir leyendo, de crear otro interés más, pero algunos se quedan "cojos" en su pasado al acabar todo el libro. Y por último -y que más destaco- su historia cae en torpes momentos de incredulidad en los que hay victoria donde tendría que haber derrota. ¿Acaso una persona puede ser capaz de salir vivo de un alud de alta categoría? Ya sabemos que según este autor, sí...

Un libro interesante, muy ameno, de aventuras, pero que no llega a hacerte creer sus palabras.