rune dijo:
Aunque coincido contigo en que este libro pasa desapercibido, su retrato de la vida lo plasma con mucho realismo y veracidad en los protagonistas, cuyas vidas no son trabajar, hacer deporte y sonreir, sino hacer lavadoras, depilarse (como dices), y hacer sus necesidades si hace falta. Ese realismo puede resultar algo cacofónico en publicaciones novelísticas, pero no dejan de sorprender por su poca presencia, y que a fin de cuentas, es algo que todos hacemos de una forma u otra xd (no, depilarme no xd)

dagorlad dijo:
Sí, todos hacemos actos cotidianos nada poéticos, está claro, pero... ¿a qué ahondar en ellos? Es como el cine español: le encanta decir tacos, meter sexo (si es "desviado" de lo normal mejor) y miserias varias.

Bueno, si fuera el Lazarillo de Tormes o Crimen y Castigo, pues fantástico: ahonda en una miseria mucho más miserable: la del alma, la de la razón, la falta de fe en todos, en uno mismo, en la misma vida... Y añade ciertos detalles escatológicos que sirven, más que como centro, como fleco.

Juan José Millás no escribe mal, y le he podido oír en varias entrevistas y es un tipo culto. Pero relatar ciertos detalles de forma gratuita "porque sí", con los que el autor dice "Mira, ¿ves? qué míseros son, qué existencia más vanal y absurda" pues no. A mí no me llega en absoluto.

Muy typical spanish