Aunqeu empieza con fuerza, la novela va decayendo por propio peso. Es muy original la forma de plantearlo todo, con la miseria, el crimen y el vicio como protagonistas inequívocos encarnados en sus personajes, pero luego va sucediendo lo que pasa en otros tantos libros: la monotonía. Apenas se observan nuevos hechos lo suficientemente sorpresivos como para dejarte pegado a sus hojas.
En resumen, una buena idea plasmada en buenas letras, pero un guión algo poco elaborado, al menos para mi gusto.
El final muy fino, por cierto.