Qué mejor forma de contrastar la historia del mundo que en una novela donde los personajes intentan identificarse con nosotros para darnos a ver unos escenarios vívidos y "calientes" en su guión.
Si bien Sterne no narra de una forma muy activa, su novela engancha en el sentido que los personajes son personas reales (o lo han sido más bien) y sus diálogos , formas y evidencias en esa vida se plasman en el libro de una forma que se nos hace novelística, ideada, no real. Un contraste interesante y muy rico en su lectura.