Assassin's Creed es un videojuego de acción medieval desarrollado por Ubisoft.
El argumento comienza en Jerusalén, 1191 d. C.
La tercera cruzada está haciendo trizas la Tierra Santa. Eres un asesino de élite enviado para poner fin a las hostilidades y tu objetivo es eliminar figuras claves de los cruzados y de los sarracenos. Pero a medida que llevas a cabo tus misiones, empiezas a descubrir una conspiración. Te ves envuelto en un conflicto que amenaza no solo a Tierra Santa, sino a todo el mundo.
«Nada es verdad, todo está permitido»
Altaïr (que significa "aguila que vuela, el hijo de nadie"), al principo del juego, es un asesino reconocido por su grupo, pero al fallar una misión es degradado a la posicion más baja, por lo que en el juego deberá volver a su antiguo rango siendo enviado por su líder Al Muhalim a matar a ciertas personas para evitar una guerra. Los desarrolladores presumen del realismo al usar nombres de personas que fueron asesinadas o desaparecidas (sin confirmar que fueron asesinadas) en 1191, año en el que suceden los eventos del juego.
Altaïr también es una estrella de la constelación del Aquila (águila en latín), además, las ropas del personaje, especialmente su capucha en forma de pico, hacen que su sombra se vea como un águila cuando va cayendo.
También se ha revelado que es hijo de un hombre musulmán y una mujer cristiana, aunque no es una persona religiosa.
Fue entrenado para pelear con distintas armas, a golpes o atacar a distancia.
El aspecto visual de Assassin’s Creed es sin duda de los mas brillantes que hemos visto, y no precisamente por su modelado de personajes, o sus shaders, o sus texturas de alta resolución, sino sobre todo por el gran trabajo artístico realizado. Las ciudades parecen realmente vivas, con cientos de ciudadanos y guardias vagando por las calles. Cada ciudad además tendrá su propio diseño característico y su tamaño es enorme.
Subirse a una Atalaya y divisar la ciudad desde arriba con el nivel de recreación conseguido, es una de las experiencias mas gratificantes que hemos podido ver en un videojuego, se ve francamente bien. La iluminación conseguida ayuda mucho, pudiendo ver como se proyecta la luz solar produciendo sombras en prácticamente la totalidad de los objetos que veremos y penumbra si dichos rayos se ven eclipsados.
Otro punto muy destacable es la calidad conseguida en las animaciones sobre todo en las realizadas por Altair, siendo estas totalmente fluidas y muy naturales. Los combates con los guardias nos dejará ver de lo que es capaz nuestro personaje defendiéndose y atacando a los enemigos de múltiples maneras. Cada combate puede llegar a tener nuevos detalles no vistos en el anterior, y todos ellos con un cierto toque cinematográfico que queda verdaderamente bien.
Pero no todo es perfecto, también tiene sus contras, si bien Altair y los personajes principales están bastante bien modelados no se puede decir lo mismo del resto de personajes que campan por Tierra Santa, aunque viendo la cantidad de ellos que mueve el motor grafico tampoco es algo que creo se deba criticar duramente. A lo largo del juego también hemos sufrido algún que otro bug y alguna que otra pequeña ralentización cuando la carga era máxima, como podría ser el cambio de color sin sentido que sufre nuestro caballo después de alguna de las cargas, ciertos fallos de clipping o que un enemigo se quede de pie una vez muerto. En general tampoco son cosas que entorpezcan el desarrollo del juego, pero ahí están.
El apartado sonoro del juego es simplemente sublime, no solo por la calidad que rebosa en su realización sino por la propia importancia que cobra en el juego. Las ciudades parecen vivas gracias también a este apartado, pues oiremos a la gente hablando, haciendo comentarios sobre nosotros, ruido ambiente, perros ladrando, sonido de pajaros, etc.
La banda sonora ha corrido a cargo de Jesper Kyd, como ya os adelantamos semanas atrás. El trabajo realizado es de una gran factura dando si cabe mayor ambiente épico al juego y acompañando perfectamente a la situación. Si estamos en un combate la música tomará un tono más belicoso y épico, más si cabe si es justo después de eliminar a un objetivo principal.
Por último el doblaje, que no por ello menos importante, es simplemente sensacional. La localización al castellano tiene un nivel pocas veces visto en un videojuego. Podremos reconocer bastantes voces de actores de renombre tanto de televisión como cine, y en particular la voz de altair esta muy conseguida, concordando muy bien con el personaje al que da voz, asi como la de Desmond o Al Mualim. Si bien tiene algún pero, y es que las voces la oiremos repetidas en mas de un personaje del juego, sobre todo entre los ciudadanos en las misiones secundarias.
Controlar a Altair es sin lugar a dudas una delicia, con él y tal como esta concebido el juego podremos hacer prácticamente de todo y subir prácticamente por cualquier sitio. La escalada es asistida, Altair se agarrara a cualquier mínimo saliente de la estructura de los edificios y actuará en consecuencia a esta adaptándose al saliente, colgándose o agarrándose cual alpinista. Podremos dar saltos entre edificios y movernos por ellos con total soltura, también podremos agarrar y empujar a los viandantes y soldados, así como apartarlos sigilosamente para no alertar a ningún guardia. Tiene un alto componente de juego de plataformas pero bien llevado con movimientos bastante naturales que no parecerán en absoluto forzados. Al principio puede resultar simple el sistema, ya que esta mas o menos asistido, pero cuando estemos en plena huida nos daremos cuanta que cualquier movimiento en balde cuando estemos saltando o pasando entre edificios puede acabar con una caída desde una altura considerable. Un aspecto muy espectacular en el sistema de saltos son los denominados “saltos de fe” que realizará Altair cuando estemos en la cúspide de una atalaya o cuando saltemos desde una altura en la que en el suelo encontremos paja sobre la que caer. Si bien el salto es muy espectacular, es de las animaciones menos creíbles del juego, pues en ocasiones el salto lo haremos desde una altura impresionante, siendo poco verosimil.
El sigilo también es un aspecto muy a tener en cuenta sobre todo a la hora de investigar para el asesinato y cuando lo vayamos a ejecutar. Fundirnos entre la multitud sin llamar la atención se torna vital si no queremos acabar en combate abierto. Para ello hay dos modos de interacción, el normal vendría a ser el sigiloso y pulsando el gatillo izquierdo el modo mas agresivo o violento y con el cual podremos hacer las acciones mas arriesgadas.
El combate es otro de los puntos “novedosos”, los enemigos no nos atacarán a la vez, se irán turnando, aunque alguna que otra vez podremos sentir en nuestras carnes como mas de uno se coordina para darnos un buen ataque. Puede parecer simple, pero daremos gracias de que sea así, sino rápidamente acabaríamos muertos. Aunque quizás demasiado simple al principio, ira ganando en complejidad tal como nos vayan dando nuevas habilidades, pudiendo hacer contraataques, agarrar a un enemigo para desequilibrarlo y tirarlo, zafarnos del enemigo si nos intenta tirar y dar golpes mas fuertes de los habituales para romper su defensa. No es un juego en el que haya que dar continuamente a los botones, hay que ser paciente, aguantar la posición, prever el ataque enemigo y contrarrestarlo lo mejor posible.
Si queremos evitar el combate o bien estamos escasos de vida podremos huir, pero ojo, no pensemos que ir por encima de edificios nos va a hacer perderlos de vista, los soldados son prácticamente tan hábiles como nosotros y nos seguirán allá donde vayamos aunque siempre existe la posibilidad de despistarlos. El juego tiene un sistema de alerta que indica el nivel de búsqueda que tenemos, estando en rojo estaremos enfrascados prácticamente en el combate o con el enemigo pisándonos los talones, si pasamos a amarillo es que les hemos perdido de vista pero siguen buscándonos, momento en el cual podremos ocultarnos para pasar a modo sin búsqueda o sin alerta. Para escondernos podremos usar unos cajones que hay en los tejados de algunos edificios, la paja que hay en ciertos lugares o carros, bancos o mezclándonos entre los eruditos.
La IA de los enemigos si podría haber sido mejorada, a veces es sorprendente como se alarman ante nuestra presencia, mientras que otras los perdemos de vista fácilmente, en los combates tampoco son especialmente hábiles salvo casos concretos, pero mejor no enfrascarse en uno muy multitudinario pues podría ser nuestro fin. Un detalle curioso es ver como en ocasiones pueden huir ellos si ven que matas al cabecilla del grupo o si se ven claramente en inferioridad. Los arqueros que hay por tejados y torreones también se alertarán rápidamente si te ven por las alturas, se entiende que no es el lugar donde deberías estar, eso si, puedes cogerlos desprevenidos y eliminarlos sin problemas.
Altair cuenta con una serie de armas limitadas, que nos irán habilitando según vayamos completando asesinatos. En total dispondremos de espada, puños, dagas, que pueden ser lanzadas o combatir con ellas cuerpo a cuerpo y una daga oculta en el antebrazo que será la ideal para llevar a cabo nuestros magnicidios. Además tal cual avancemos en el juego se nos irá permitiendo llevar más dagas para lanzar y se mejorará la espada que usamos.
El sistema de vida es uno de los típicos con barras recargables, pero que ira mejorando con el tiempo. Se basa en la sincronización con el Animus y si perdemos todos los niveles se considerará como si hubiésemos perdido la conexión por lo que volveremos al último punto guardado o ultimo punto de sincronización. Conforme avancemos en el juego y vayamos completando misiones, ya sean principales o secundarias, iremos ganando niveles de sincronización pudiendo así disponer de mas “vida”. Además estos niveles perdidos en combate o en caídas desafortunadas se irán recuperando automáticamente. El sistema de guardado en por checkpoints, que encontraremos en los momentos clave y de forma muy habitual. De hecho tan habituales que cuando seamos abatidos volveremos a un punto que nos dejará bastante cerca de donde nos encontrabamos.
El mayor problema del juego se torna en su propia jugabilidad y es que las fases para cada asesinato se asemejan tanto unas a las otras que puede llegar a resultar repetitivo. Las misiones de investigación, así como las secundarias y de exploración terminan siendo prácticamente iguales, solo los asesinatos y la diferencia entre el planteamiento de los mismos varía. Si bien su historia, sus espectaculares combates y frenéticas huidas compensan esa deficiencia, motivando en cierto modo a concluir el juego sin llegar a caer en la monotonía.
Tanto las voces como los subtítulos están perfectamente traducidos al castellano, amén del inglés y francés, pudiéndose cambiar entre ellos desde el menú principal.
Como dato sutil, remarcar que los diálogos se ajustan con fuerza al de la época templaria que representa.