Comenzamos nuestras andanzas con un niño llamado Ezio Auditore Da Firenze, el nuevo y joven protagonista de esta entrega, que rondará por el siglo XV. Como nota curiosa, destacar que incluso lo tendremos que controlar unos instantes en los está recién nacido, veremos través de sus ojos nerviosos y caminaremos con un andar torpe. El tutorial del título se prolonga durante algo más de una hora con un héroe al que controlaremos en su adolescencia y con el que aprenderemos la mayor parte de los conceptos jugables que se repiten o que debutan, como pegar saltos, abrir puertas, e interactuar con casi todo lo que nos rodea.
Ezio pertenece a una familia acomodada de la clase alta italiana y que ve como su familia es traicionada, y entre asesinatos y venganzas, termina acabando huérfano y solo. Es entonces cuando, al revisar la herencia de sus padres, descubre que su padre es, en secreto, un Assassin y que le dejará como legado su traje, armas y las tradiciones, con el fin que inicie una sangrienta y violentísima venganza que le llevará a visitar las principales ciudades de Italia para acabar con una serie de personajes clave en la trama.
El guión ahonda en la relación de Altair (el protagonista de la primera entrega de este título) con Desmond-Ezio, y la presencia del antiguo héroe es palpable en todo momento gracias a una serie de escritos que iremos conociendo progresivamente.
La estructura de esta entrega es, a simple vista, idéntica a la que pudimos ver en su primera parte, y es que nuevamente se alternan los flashbacks de la memoria de nuestro protagonista Desmond sugestionados por el empleo del Animus 2.0 –una nueva versión del artefacto, creada por un grupo alternativo a Abstergo y comandado por la propia Lucy a la que recordaremos del original-. Nuevamente estaremos absortos en esa máquina para saber acerca de nuestros antepasados y de su historia...
Testeado Assassin’s Creed II en un equipo medio las conclusiones sólo pueden ser positivas. Con un AMD 4200+, 8800 GT y 2Gb de Ram el rendimiento del videojuego es francamente bueno, obteniéndose tasas de imagen que rondan en todo momento los 30-40 frames por segundo con la práctica totalidad de las opciones gráficas maximizadas y una resolución de 1680x1050.
La presencia o no de Efectos de Procesado o Sincronía Vertical está disponible, así como la gradación del Muestreo Múltiple, la Calidad de Texturas, Sombras, Personajes, Reflejos y del propio Escenario. Todo un abanico de posibilidades para jugar una obra de arte gráfica o un modesto juego de plataformas, pues sin esos gráficos ela entrega perdería mucho. Es por ello que el motor gráfico se nota muy optimizado, muy veloz para la potencia que uno está acostumbrado a que pidan los juegos del género en 3D.
Con todas las opciones al máximo tenemos en pantalla un título muy nítido, con pulido en modelados y texturas francamente bueno, con unos rostros de personajes muy detallados y con un alisado de dientes de sierra impecable.
Por otra parte los movimientos de Ezio volverán a dejarnos boquiabiertos por su realismo, tanto en los combates como en la escalada de edificios, especialmente con el contraste con respecto al resto de personajes secundarios, al Ezio adolescente y al propio Desmond, todos ellos modelos que no hacen gala de la misma brillantez.
No obstante, es notoria la deficincia gráfica en los PNJs en relación al protagonista, claramente visible sobre todo en cinemáticas, que aunque juegan con la cámara muy hábilmente para crear atmósfera y sensaciones varias, no puede ocultar la distinta calidad entre uno y otro. Muchos juegos dotan de mayor calidad al protagonista, todo el rato presentado en pantalla, mientras que los PNJs, que suelen ser varios en pantalla en determinados momentos de lucha o en mercados, los trabajan menos con el fin de generar menos carga gráfica y más movimiento general.
Debutan en esta entrega abundantes efectos lumínicos que dotan de más variedad a las situaciones, y que detallan el genial ciclo de día-noche que se puede ver por vez primera en la secuela y al que acompañan también los detallados cambios climáticos. Estos ciclos de día-noche son uno de los grandes atractivos de la faceta visual del título. El realismo y la inmersión mejoran notablemente gracias a ellos.
Acercándonos al campo del audio podemos ver cómo Assassin's Creed II vuelve a tomarse muy en serio este apartado, haciendo gala de un score musical y de unos efectos de sonido que vuelven a ser de sobresaliente. Quizá la banda sonora peque de ser algo más intimista que la del juego original, sin embargo continúa contando con abundantes partituras épicas, y encaja a la perfección y de forma dinámica con las acciones que estemos llevando a cabo. Impagable recorrer las ciudades con el sonido de los truenos de una incipiente tormenta a nuestras espaldas. Fascinante también pisar los suelos húmedos de las ciudades italianas tras un fuerte aguacero.
Con respecto a los doblajes de las voces al castellano, algunos intérpretes se repiten para diferentes PNJs, pero en un número residual, y prácticamente inevitable en un título de estas características y tamaño; se conforma así un apartado de traducción al español de textos y voces sencillamente impecable, muy variado, y muy bien hecho, con entonaciones y modos de hablar muy cuidados.
El juego nos cede un tutorial nada más empezar acompañado de parte del argumento principal, de forma que vayamos haciéndonos con los controles y vayamos mientras conociendo parte de la trama. Poco a poco, iremos conociendo (o reconociendo) a Lucy y otros "amigos" que nos irán echando un cable mientras vamos entrando en esos flashbacks hacia el renacimiento italiano donde nuestro antecesor habitaba.
Nuestros primeros pasos se dedicarán a refrescarnos la memoria en cuanto a acrobacias se refiere. Todo vuelve a funcionar de la misma forma en la que lo hacía en la primera parte, aunque el rediseño de la arquitectura de los escenarios dota de mayor diversidad a las acciones que podemos llevar a cabo. Lo que nos rodea tampoco estará ya tan cuadriculado como en su predecesor, y es que ahora los tejados estarán a muy diferentes alturas, y salpican las calles de las ciudades italianas de una forma mucho más anárquica que sólo ayuda a mejorar la experiencia de recorrerlos.
Superado el manejo, entraremos de lleno en la historia, donde la presencia de figuras históricas contribuye a dotar de enorme calidad al contexto histórico del juego. Su presencia no será meramente testimonial, sino que algunos como Leonardo tendrán un peso fundamental en el argumento y en nuestras acciones.
Por otro lado, dispondremos de nuestro propio hogar donde poder ir para resposar, consultar notas, y por supuesto, llevar a cabo parte de la trama. La Villa Auditore debuta como residencia personal convertida en una gigantesca mansión rodeada por una pequeña aldea, nuestra aldea de nacimiento.
La natación debuta también en esta continuación, y lo hace para enriquecer y potenciar todavía más la exploración de los escenarios. Ya no sólo podemos recorrerlos a ras de tierra y por sus tejados, sino que también podemos hacerlo por sus ríos e incluso por sus cielos gracias a los inventos de Leonardo, un amigo que nos cederá encantado su privilegiado cerebro e inventos para nuestro disfrute.
Y las novedades en el campo de las acrobacias vienen a redondear un apartado fundamental, y que ha sido santo y seña de Assassin’s Creed desde sus comienzos: La exploración. Y es que con la segunda parte, nuevamente, no usaremos estas técnicas sólo para desplazarnos de un punto a otro, sino también para huir de nuestros enemigos y descubrir los secretos que esconde el terreno. Precisamente dentro de la exploración hay que dividir este factor en dos partes: El primero es el de la necesaria planificación de los asesinatos, y el segundo es el de la localización de oro, desbloqueables y la fascinante exploración de tumbas.
El dinero es un elemento fundamental en la segunda parte, con unos escenarios salpicados de pequeños cofres que contienen importantes cantidades de dinero. Por otra parte la exploración también viene de la mano del desbloqueo de diferentes objetos como pueden ser las estatuas, los trozos de códice o las plumas, por ejemplo.
Mención especial a la increíble exploración de tumbas, con construcciones repletas de trampas y mecanismos que accionar que recuerdan profundamente a la trilogía Prince of Persia de Las Arenas del Tiempo. No tenemos por qué superarlos para terminar la campaña individual, pero el hacerlo a modo de misiones secundarias se revela fascinante en todo momento por la variedad de sus propuestas y conceptos y lo diferente que resulta con respecto al resto de ofertas de la campaña individual.
Para desplazarnos entre ciudad y ciudad podemos optar por hacerlo a pié, con el viaje automático en caravana –a cambio de una cantidad dinero que varía en función de la distancia- o con el majestuoso caballo.
En los combates, destaca mucho la incorporación de la opción de robar un arma a un enemigo y usarla contra el mismo se revela como muy interesante. Así tendremos acceso a picas, hachas de enorme tamaño y lanzas. No obstante, estas armas extras solo las mantendremos temporalmente durante el combate, pues una vez finalizado, no podremos ocultarlas bajo nuestra capa.
En lo que se refiere a las misiones secundarias, éstas también han cambiado notablemente para admitir en su seno fórmulas muy diferentes. Así pues las escuchas, robos o extorsiones de la primera parte dejan su sitio a un buen número de encargos paralelos como supondrán las carreras, palizas por encargo, misiones para hacer de correo, asesinatos a sueldo, la localización de Refugios de Templarios, las mencionadas Tumbas de Asesinos o las clásicas escaladas a las Atalayas, únicas que repiten.
El juego se puede conseguir en un castellano totalmente traducido tanto en voces como en texto, o bien en el original inglés.
Mención especial merecen dichos doblajes, con unas entonaciones y variedad de tonos muy variada.