Continua la saga de Assasins Creed, esta vez encarnando a un pirata sito en la época colonial en las islas sudamericanas del Caribe. Usaremos el Animus, una máquina que lee nuestros genes y nos mete en esa realidad virtual en la que somos ese pirata y vamos viviendo su vida de inicio a fin, y a veces podremos desconectarnos para pasearnos por la empresa en la que estamos siendo analizado.
La mayor parte del juego la pasaremos en alta mar y en islas, haciendo nuestras pillerías. Nuestro inicio no podría ser más especial, siendo un pirata de poca monta que tras naufragar en una isla en un ataque contra un barco de ladrones, vemos que en la isla está el capitán enemigo medio muerto. Éste nos confía su misión, diciéndonos que es de la orden de los ladrones que luchan contra los templarios por la salvaguardia de los secretos templarios. A partir de aquí nos vestiremos como ellos, y aunque nuestra finalidad principal será enriquecernos, iremos aprendiendo de esa secta de ladrones, sus valores y sus pensamientos, que nos irán convenciendo para ir contra los templarios y protejer la santa palabra.
Un objeto en cuestión es el que está en tela de juicio: una calavera de cristal que vertiendole la sangre de alguien podremos ver lo que esté haciendo como si de un video se tratara. Una reliquia santa que los templarios desean obtener y los asesinos enterrar para que nunca sea encontrada. Para nuestra labor contaremos con una tripulación, un barco que iremos mejorando, y una habilidad innata para trepar y hacer nuestro cualquier ambiente en el que estemos.
Los modelados del personaje en 3D destaca mucho su calidad en relación al resto de personajes secundarios. Todos los filtros anti-píxeles, suavizados, y detalles están muy pulidos en nusetro pirata-asesino, mientras que el resto de figurantes intentan llegar a su altura gráfica aunque con menos definición. Siempre se puede subir las opciones gráficas al máximo -si tu VGA te lo permite- y así lograr una mayor equidad.
Los ambientes quedan decorados con una ambientación muy viva de colores, cielos muy azules y un agua salina muy estudiada en sus movimientos, con orillas extensas de agua límpida y un mar ensordecedor y espumoso en mitad de una tormenta. La vegetación, con palmeras y sucedáneos de la región, así como los arbuestos autóctonos, piedras, desfiladeros, bosques y demás conservan una estructura natural y con unos conceptos de física muy estrictos que intentan acercarse a la realidad.
Así mismo, las ciudades, que son varias, cumplen el requisito de retratar la época estudiada, una parte de la historia donde se colonizaba y se establecían fuertes rígidos de piedra sólida, y casuchas de madera trabajada, con barrios más pobres de chabolas más modestas. Toda una recreación a la que la saga ya nos tiene acostumbrados en sus títulos anteriores.
La banda sonora cuenta con pocos momentos de intensidad, pues se le da mucha importancia a los sonidos de ambiente y de los personajes. Los diálogos de los figurantes en una ciudad son continuos, y nuestros pasos, saltos, henchir los pulmones antes de preparar una pirueta... todo se entremezcla con sintonía.
En alta mar el ruido del mar cascando sobre el casco arrastra más o menos intensidad según si la mar está alborotada o tranquila. Los ruidos de los cañones y las bengalas ensordecen, así como cuando nos disparan y nos impactan. La tripulación, además, gritará y gemirá de dolor cuando estemos en mitad de un abordaje o un bombardeo, y por supuesto nos dará la opción de oirles canturrear canciones piratas durante nuestras travesías libres por alta mar.
En tierra firme el manejo del personaje trasciende -como en otros títulos de la saga anteriores- de la simpleza de moverse con el cursor y de disponer de 4 botones de acción que nos permite hacer absolutamente todo con el personaje, desde cometer asesinatos, a realizar parcour o saltar. En combate tanto de lo mismo, se buscan la complejidad de tener muchas opciones pero con un manejo sencillo. En esta cuarta parte de la saga se introducen las armas de fuego como equipo básico del personaje, pistolas al más estilo pirata.
Nuestras armas podremos ir mejorándolas en armerías, así como nuestro barco y nuestra isla (que conseguiremos al avanzar un poco en la aventura principal). Luego podremos cazar animales y pescar otros tanto en alta mar, y con sus ingredientes podremos realizar desarrollos que mejorarán nuestra apariencia y conceptos básicos como más energía y vida, o más capacidad para llevar munición.
El barco será nuestra principal fuente de inversión, pues con él conseguiremos abordar otros barcos para coger mercancías y dinero, y tiraremos de barco cada dos por tres para movernos por las islas. Es muy importante mejorarlo todo lo posible, y para ello contaremos con recetas conocidas y otras que deberemos ir desbloqueando en tabernas con sobornos, encontrando botellas perdidas en orillas, y deduciendo tesoros ocultos en lugar indómitos tras analizar planos escuetos que lo intentan explicar, como si de un tesoro pirata se tratara.
Cuando tengamos nuestra isla se nos abrirá en el camarote del capitán el poder administrar nuestra flota personal, consistente de barcos que hayamos atacado y no hayamos destruído para hacerlos nuestros. Estos barcos los iremos enviando a realizar misiones a otros continentes para darnos mercancías e ingredientes e incluso alguna que otra receta épica.
También merece mención cuando desbloqueamos la campana de buceo, un artilugio con el que investigaremos las profundidades de los mares en zonas concretas.
El juego se presenta en castellano en su totalidad, textos y voces, pudiéndose activar los subtítulos para todas las pantallas.
Incluso las fotos y documentos que podemos encontrar fuera del animus están dobladas al castellano.