El Despertar nos presenta su argumento de forma voraz y rauda, conscientes de que tienes que jugar antes al juego Dragon Origin base para poder acceder a ésta, y es que es un módulo de expansión, y no un módulo extra.
Durante toda la aventura se hace referencia a algunas partes de la aventura original, claros "spoilers" en forma de recordatorio para propagar la manifiesta voluntad de querer continuar con el guión original. Dicha historia está a la altura de la del videojuego original, y que una vez más nos mantendrá atrapados durante toda su duración con personajes carismáticos y situaciones decisivas en las que siempre tendremos protagonismo y capacidad de elección.
El argumento continua años después de nuestra priemra aventura con un nuevo rey proclamado en Denerim y con sus consecuentes problemas internos en la corona y externos a modo de misiones variadas. Se abrirán multitud de escenarios que explorar, en una nueva región llamada Amaranthine, y nuevos enemigos que derrotar, y tendremos que tomar decisiones trascendentales para acabar derrocando a la corona en favor de un tirano o sirviendo al benévolo señor feudal. Para tan ardua labor, tendremos a nuestro personaje creado en la saga anterior o bien podremos crearnos uno nuevo, y contaremos con parte de nuestros entrañables amigos que nos acompañaron en la historia original, como el robusto enano Ohgren, Morrigan la seductora bruja, Leliana la incocente pícara, y con un Alistair preparado para defender su corona, si continuamos partidas guardadas, aunque también contaremos con cinco compañeros inéditos, como el poderoso mago Anders entre otros.
El motor gráfico es un 3D tirando de las librerías DirectX versión 10. Para poder disfrutar de dichos gráficos en su estado más satisfactorio el equipo debe cumplir unos requisitos bastante altos, tanto de microprocesador como de tarjeta gráfica.
Los personajes están detallados con mucha calidad y minuciosidad, y los escenarios están dibujados con mucha dedicación, teniendo en cuenta transparencias de agua, física de caídas y movimientos, efectos varios del cielo y la tierra, polvo, auroras, lluvias, etc.
La cámara es de seguimiento, aunque la podemos desplazar libremente en estados estáticos, fijándola entre cámara trasera o cámara aérea, con zooms en cada caso. En multitud de ocasiones en las que estaremos dialogando con NPCs, disfrutaremos de primeros planos y cámaras de acercamientos a modo de película.
La banda sonora es un acercamiento a las películas épicas de reyes, guerreros, y aventuras. Es una vocalista cantando en una ópera improvisada con tambores y ocarinas de acompañamiento, todo muy céltico. Durante la partida, la música se solapará con los escenarios, batallas y en general, momentos que estemos viviendo, de forma que inrementará su intensidad en batallas hasta volverse puramente instrumental, y descenderá su armonía hasta volverse un canto a capella en momentos de diálogo íntimo o de reunión con el grupo.
Las voces de los personajes así como de los PNJs está en inglés, aunque se nos permite -al igual que en Dragon Origin- ver los subtítulos traducidos al castellano. Dichas voces son muy dignas y humanas, acentuando con mucho acierto y realidad el momento de tristeza, alegría o enfado del personaje.
El videojuego tiene una profundidad que choca de forma manifiesta con su pequeño prólogo, y rápidamente nos demostrará que en sus cerca de 20 horas de duración –variables, lógicamente, en función de nuestro interés por la exploración- es capaz de ofrecer infinidad de posibilidades, de decisiones importantes, y de causas y consecuencias que cambiarán la aventura de formas inimaginables. Se notan sin embargo, como única contrapartida, algunos defectos a la hora de importar la partida, y es que, algunas de las decisiones que hemos tomado en Dragon Age Origins no tendrán efecto en El Despertar, de forma que si decidimos enemistarnos con Logharn, aquí se nos presentará como un amigo del alma. Es bien sabido que en este juego rolero cada personaje y cada jugador poseen su propia experiencia, pero en muchos casos no todas las decisiones que tomamos en su momento serán respetadas en el argumento de la secuela, traduciéndose en algunas incongruencias cuanto menos chocantes.
Por otro lado, si contamos con un personaje avanzado del videojuego original no habrá problema por nivel de experiencia o adecuación al reto; sin embargo si debutamos no conviene empezar de cero, y por ello el juego pone a nuestra disposición 62 puntos de atributos para repartir entre las características habituales de Fuerza, Destreza, Voluntad, Magia, Astucia y Constitución. También 8 puntos de habilidades, y 21 puntos para, por ejemplo, hechizos en caso de ser un mago o talentos en caso de ser guerrero o pícaro. En El Despertar, por otra parte, mantendremos el nivel 30 del personaje como tope de experiencia; sin embargo éste se ampliará en esta ocasión con un buen puñado de nuevas habilidades de entre las que escoger para progresar. Algunas de ellas son algo decepcionantes por resultar tremendamente genéricas y poco originales, pero los amantes de la personalización del equipamiento tendrán la horma de su zapato con la posibilidad de crear nuestras propias runas.
Los controles y movimientos seguirán fieles al juego original de la saga, con un extra importante en la interfaz debido al incremento del número de habilidades y magias: una doble barra de acciones rápidas donde poder colocar más recursos.
Equipo, recetas, armas, y armaduras se verán incrementadas en nivel y en calidad para adecuarlos a los nuevos niveles tenidos, de forma que tendremos auténticos titanes y colosos.
El juego se vende en inglés, con traducciones de menús y subtítulos durante el juego en castellano. El banco de datos de las voces no están traducidas, aunque sí subtituladas.