El argumento de Fable se va desarrollando prácticamente por completo según las acciones del jugador, a través de que el protagonista vaya cumpliendo misiones, y no cuenta con un objetivo fijo -dejando de lado el desarrollarse como héroe, claro-.
El protagonista está durmiendo en su casa del pueblo, Oakvale, cuando de pronto, su padre le despierta. Es el cumpleaños de su hermana, y debe realizar varias acciones caritativas para que se le obsequie con dinero con el que comprarle un regalo. Sin embargo, justo cuando le hace entrega del mismo, tiene lugar un trágico suceso a su alrededor... cuya conclusión es que acaba absolutamente solo. A partir de ahí tendrá que dejar de lado su infancia y comenzar a entrenarse en el Gremio de Héroes como tal, periplo en el cual conocerá a un buen número de personajes como el Maestro del Gremio, el mago Maze, el curtido guerrero Thunder y su hija Whisper, la habilidosa Briar Rose... cada uno con su papel, más o menos relevante, en la historia.
Hay que comentar que el argumento de Fable: The Lost Chapters es algo tópico, si bien durante el juego habrá algún que otro giro que atraerá nuestra atención. Lo mejor seguramente esté en la manera de contarlo. No sólo por el aliciente de que el héroe -y apenas un par de personajes secundarios- irá avanzando en edad, y el jugador podrá observar su progreso tanto en el juego como en la repercusión en la historia, sino también porque tras determinados acontecimientos importantes, se mostrará una secuencia en la que se narrarán esos hechos -u otros anteriores pero que guarden relación- en forma de tapices, similares a los de cualquier pintor amante del arte que se pueden encontrar hoy en día en lugares como iglesias. No suelen ser secuencias de mucha duración, pero no deja de ser atractivo. Además, en ellas estará presente la imponente voz del narrador.
Se trata de un apartado gráfico sobresaliente y con gran inversión de esfuerzos y tecnología. Con gran nivel de definición en todos los aspectos visuales del juego, el realismo es asombroso en los pliegues de las ropas, los detalles de las casas en su arquitectura exterior y decoración interior, o la interacción con otros materiales. Los escenarios naturales también son espectaculares, con la sombra de los árboles, la vegetación y el movimiento de la naturaleza en todos los aspectos.
Es especialmente destacable el detalle gráfico en las animaciones y las magias.
Pero tanto detalle visual tiene como contrapunto que la lista de tarjetas gráficas compatibles es bastante limitada, como la ATI Radeon o la GeForce, al menos en el momento de su lanzamiento, que si bien pudo obstaculizar el abanico de potenciales jugadores, tal vez dicho abanico pueda verse ampliado ahora. Apenas hay clipping y los efectos funcionan de forma perfecta con todas las opciones a tope. Los efectos del agua dinámica están bien conseguidos y las luces y sombras ponen a prueba una buena tarjeta gráfica mientras esté activo el antialiasing.
El juego tiene una cierta aureola como de cuento de hadas, con brillos y colores, y las acciones que se lleven a cabo tendrán sus consecuencias sobre el avatar. De esta manera, si el jugador lleva a su personaje por el lado bueno, acabará con una especie de aura luminosa sobre su cabeza, mientras que si lo lleva por el lado infame, le aparecerán unos pequeños cuernos de malvado. Asimismo, los lugares “malos” son más oscuros y tétricos. Otro aspecto gráfico que cambia según el comportamiento que haga el jugador es la complexión del protagonista, ya que si come mucho engorda y se pone realmente fofo, si no come se vuelve un enclenque huesudo, y si hace mucho ejercicio físico se vuelve musculoso y fuerte.
Un aspecto curioso es que el nivel de detalles es tal que el jugador se puede dedicar a ir al peluquero a que le haga un nuevo corte o afeitado, e incluso puede hacerse tatuajes, y además se añade una plantilla para que se posibilite hacerse alguno él mismo.
Las voces permanecen en versión original, y aunque las entonaciones y emociones en las mismas son correctas, se echa de menos algo más de naturalidad. Cuando el protagonista se vuelve un héroe, la aclamación popular, por ejemplo, cuando llega a un nuevo poblado, no pasa de tres o cuatro voces gritando al unísono y animándolo, aunque también es coherente con los gráficos, en los que sólo hay unos pocos aldeanos entusiastas.
Los efectos sonoros son amplios, con muchos ruidos de fondo, melodías y efectos muy naturales y bien tratados. No obstante, a veces se pierde la sincronía entre lo que el protagonista hace y lo que suena, sobre todo en combates contra múltiples enemigos.
Otro tema a comentar es la impresionante banda sonora, muy bien ambientada, con acordes medievales, con acordes de trovadores y bardos, matices celtas y épicos, e incluso mágicos.
Ya hemos hablado de que el personaje crece, pero si en el cambio de niño a adolescente se agradece la rapidez, en el siguiente paso a adulto se podrían haber introducido algunas misiones más, de hecho el crecimiento se convierte en algo anecdótico.
La trama principal es muy simple, por lo que las misiones secundarias pierden cierta importancia y protagonismo.
En este mundo de fábula, con un poco de habilidad, el jugador puede conseguir que el protagonista se compre una casa, la amueble, se case, e incluso tenga relaciones sexuales, (censuradas y sólo previo matrimonio), aunque la poligamia está totalmente aceptada y puede tener varias mujeres en diversas ciudades y poblados, aunque hay que tener en cuenta que el matrimonio y el amor hay que ir manteniéndolo y haciéndolo crecer con regalos, piropos y otras atenciones, y mantener a muchas esposas puede ser algo estresante. Por otro lado, si el jugador es malvado, puede hacer colar los anillos de compromiso falsos. Además, como dato anecdótico, el juego permite que el protagonista se case con otro hombre.
Cada acción tiene un valor en puntos de alineamiento, si el jugador se come un pollito, gana 20 puntos del lado oscuro, hasta que te salgan cuernos y los ojos rojos, la gente huirá a tu paso, lo cual limitará, obviamente, las posibilidades de casarse, salvo que se tengan más puntos de atractivo que de terror.
Hay multitud de misiones secundarias, secretos en el juego y mucho humor, aunque estos detalles no dejan de estar en un segundo plano que, salvo que el juego enganche al jugador, no hay motivo alguno en seguir indagando sobre el tema.
Hay tesoros ocultos, puertas mágicas cada una con una solución a cual más retorcida, profanación de tumbas, posibilidad de atacar inmotivadamente a los aldeanos e incluso diezmar a aldeas enteras.
El problema es que la campaña principal es muy corta, incluso con el capítulo añadido, el Lost Chapter, el juego dura muy poco, de hecho en unas 12 horas de juego se puede terminar y un par de ellas más para realizar casi todas las misiones secundarias, casarse y amueblar la casa.
La cantidad de armas es algo limitada, se podía haber añadido algún escudo para darle más profundidad a los combates, armaduras y objetos. También podrían haberse añadido formas de organizar los interminables menús de inventario (ilimitados).
Mención aparte merece el sistema de relacionarse con los personajes, nada diálogos, eructos, pedorretas, gestos obscenos, bailes, sonrisas, gestos de machote y todo un repertorio para ser lo mejor o lo peor de estos mundos de fábula.
El juego está en versión original, esto es, en inglés, aunque para un jugador acostumbrado a este tipo de aventuras roleras de ordenador, no debe ser un obstáculo, y se hacen entender, ayudado también por las marcadas entonaciones emocionales del resto de personajes.