El mundo de Tamriel se tambalea. Los ejércitos del señor daédrico Molag Bal campan a sus anchas mientras tres grandes alianzas se han enfrascado en una cruenta guerra que ya se ha cobrado la vida de miles de inocentes. ¿La razón? El Trono Rubí ha quedado vacante, y ahora todo el mundo quiere convertirse en el nuevo emperador. Sueño que podremos ver culminado por nosotros mismos, siempre y cuando logremos imponernos a los miles de jugadores que también luchan por ese mismo sueño.
Nuestro héroe pasará por mútiples ciudades, bosques, desiertos, montañas y ríos, y en general sobre un mundo abierto en continueo crecimiento, buscando y luchando en las mazmorras más profundas y contra los enemigos más horripilantes. Iremos haciéndonos más fuertes y progresaremos hacia áreas de más nivel, donde residen los auténticos jefes del mal que azota Tamriel... demonios, no-muertos, y brujos oscuros deseosos de acabar con nuestros objetivos de un plumazo. Nuestro héroe, sin embargo, no estará solo en esta cruzada, y contaremos con una alianza tras nuestra espaldas y con un trono esmeralda preparado para ayudarnos, teniendo siempre presente que las otras alianzas presentes en el mundo no nos lo pondrán fácil.
Todo es una lucha: la lucha en común contra Molag Bal y la lucha entre alianzas por controlar el trono y acceder así al castillo contra la amenaza Daedra.
Los gráficos están moldeados en un motor 3D que empuja con mucha fuerza todo el mundo a nuestro alrededor, con efectos de niebla, lluvia real, caudales de agua y personajes interactuando sin límites. La paleta de colores usadas es muy amplia, dando mucha vida a los paisajes vívidos, aunque lo más manejado es el ambiente épico y oscuro típico de la saga, destacando mucho las mazmorras lúgubres, retratadas con mucha calidad artística de detalles. Candiles zozobrando, velas agitándose, cortinas raídas y telarañas dándonos acceso son meros ejemplos de lo que nos espera.
Los escenarios por los que andaremos presentan un renderizado en tiempo real, es decir, que a medida que vamos avanzando se va renderizando para ir ofreciéndonos un mundo abierto sin molestos procesos de carga. En determinados puntos, como accesos a mazmorras o a viviendas sí existirá ese proceso de carga, tan rápido como nusetra tarjeta de video nos permita. Y es que la exigencia gráfica que este juego pide es alta, al menos si se quiere disfrutar de toda la calidad que es capaz de ofrecer.
Está muy controlado el tema de los clippings (objetos metiéndose dentro de otros), y la física de los objetos, así como las maniobras de manejo de los personajes, bastante logradas hacia la realidad.
La banda sonora que continuamente nos va acompañando son tonos graves en su mayoría, símbolo de los achaques de guerra que se nos presentarán. Son muchas las bandas sonoras que se ofrecen, dependientes del área en el que uno esté en ese momento. Especial mención tienen las bandas sonoras de las mazmorras, muy enfatizadas al combate y retratando el círculo que nos rodea.
Los sonidos de las voces es quizás lo más trabajado del juego, con un amplio abanico de distintas voces que van decorando al pueblo (pnjs) con los que vamos interactuando. Los sonidos de golpes, armas y demás conservan un atinado refinamiento.
Nuestro personaje puede integrar una de las 9 razas habitaules de Elder Scrolls, a parte de aliarnos a una de las tres alianzas para salvar Tamriel de la amenaza Daedra. El juego sorprende por las amplias opciones de personalización que nos concede al dar forma a nuestro héroe, gracias principalmente a la apuesta por un sistema de progresión de habilidades que sin duda resultará familiar a cualquier aficionado a esta saga. Lo que sin duda alegrará a más de uno.
En este caso concreto, cuatro son los arquetipos de guerrero a los que podremos encarnar: los Templar, Dragonknight, Sorcerer y Nightblade; todos ellos basados en la clásica trinidad tanque-especialista en daño-sanador. Pocos, pensaréis algunos; pero nada más lejos de la realidad. Y es que cada una de estas especializaciones podrá desempeñar perfectamente varias funciones durante las batallas, siempre dependiendo de cómo disfrutemos de la acción. ¿Qué nos volcamos por completo en el uso de las espadas y escudos? Nuestro héroe mejorará y mejorará en ese estilo de combate, adquiriendo nuevas habilidades especiales y bonificaciones. ¿Qué preferimos cargar con una pesada coraza para aguantar mejor los golpes? Pues ocurrirá exactamente lo mismo. Y así con un considerable abanico de posibilidades.
Así que independientemente de la clase seleccionada, que contará con tres árboles de habilidades exclusivos, podremos desarrollar el potencial de nuestro héroe en base al arma empleada –con opción de llevar encima hasta dos sets distintos-, su equipo defensivo, diversos atributos relacionados con la exploración de Tamriel, las habilidades raciales de cada especie, e incluso las artesanías, que en esta obra también tienen un peso considerable.
Lo primero más relevante son los diálogos, muchísimos, tantos como te puedas imaginar, y es que de hecho varias misiones se especializan solo en eso, en ir llevando diálogos hacia una vertiente deseada. Las misiones serán del tipo matar un determinado número de enemigos, recoger algo de algún lado y dialogar, dialogar mucho con determinados pnjs. Se da mucha énfasis al rol. Dichas misiones se desarrollan en pequeños arcos argumentales reflejados en el mapa mediante sencillos dibujos. Los iconos negros son historias por completar, los blancos las ya finalizadas.
A destacar sobre todo las misiones de la historia principal, centradas en la lucha contra el malvado Molag Bal, al que nos enfrentaremos regularmente a lo largo de la partida combatiendo contra algunos de sus esbirros más peligrosos. Criaturas con las que nos toparemos en las mazmorras para grupos de cuatro jugadores, en las que disfrutaremos de algunos de los momentos más apasionantes de la aventura. Y no es para menos. En estas misiones especiales, en las que será esencial cooperar con nuestros aliados de forma idéntica a lo visto en tantos otros MMO, combatiremos contra decenas de enemigos de manera simultánea, en una sucesión de épicas batallas campales diseñadas de tal modo que al atacar a uno solo de los rivales, el resto de sus camaradas se unirán a la batalla inmediatamente.
Pero este es un caos que nos encanta, puesto que la cooperación entre jugadores será vital para sobrevivir a estas durísimas acometidas que ya en su Modo Normal resultan bastante difíciles. Así que imaginad en el modo Veterano. Por no mencionar que algunos de los jefazos finales a los que nos mediremos nos harán sufrir una barbaridad dado su enorme poder. Precisamente por ello, echamos en falta más de este tipo de mazmorras, puesto que en estos momentos se nos antoja algo escasas para un título de la envergadura de The Elder Scrolls.
Esquivas, contraataques, bloqueos, la ausencia del golpeo automático, la necesidad de fijar a los blancos con el puntero… aunque está claro que la acción de The Elder Scrolls no es idéntica a la de Skyrim, tampoco le falta mucho para serlo. Y es que su sistema de batallas es realmente dinámico, incitándonos a movernos constantemente por el escenario para recibir el menor daño posible de unos enemigos muy propensos a usar ataques de área, a la par que tratamos de golpear a estos con todas nuestras fuerzas usando algunos de los movimientos más poderosos a nuestra disposición.
En este sentido, la variedad de armas, habilidades especiales y conjuros resulta encomiable; a lo que debemos sumar también la posibilidad de ejecutar ciertos ataques conjuntos con otros usuarios, aprovechándonos de algunas habilidades grupales realmente efectivas. Igualmente, destaca la presencia de las llamadas Ultimate Abilities, que podremos usar en los momentos más críticos para marcar las diferencias frente a nuestros aliados. Conjuros de sanación masivos, imponentes explosiones capaces de dañar a todos los enemigos, de causar estados alterados en los rivales o potenciar las habilidades de los aliados… las opciones son bastante amplias y sobre todo muy estratégicas.
Por otro lado, la vertiente PvP del juego se desarrolla exclusivamente en la región de Cyrodiil, donde los jugadores de las tres facciones en liza deben pugnar por controlar el mayor número de fortificaciones posibles para así tener acceso a la ciudad imperial. Tarea nada sencilla, obviamente, dado que decenas de personajes controlados por la inteligencia artificial del juego más aparte otros tantos jugadores, pugnarán porque no alcancemos este objetivo. Y el resultado no podía ser más espectacular.
Arietes, catapultas, trebuchets, decenas de guerreros a lomos de sus caballos persiguiendo a sus enemigos; arqueros y magos fulminando a los rivales desde lo alto de los muros que los asaltantes tratan de derribar a toda costa… el PvP de The Elder Scrolls es tan épico y espectacular, que aunque no te gusten las partidas competitivas es muy difícil que no caigas rendido a los encantos de esta modalidad de juego. Y esto tiene un mérito increíble.
Obviamente no todo es perfecto. En ocasiones las largas caminatas que nos toca pegarnos para alcanzar un punto de acción conflictivo pueden ser excesivamente tediosas, resultando incluso frustrante cuando nada más pisar el campo de batalla los enemigos acaban con nuestra vida. Lo que implica volver a recorrer decenas de kilómetros a pie o a caballo, mientras el resto se lo pasa bomba en medio de un campo de batalla demencial. Por supuesto, huelga decir que la cooperación con los aliados será esencial para sobrevivir a estas contiendas, pero también para cumplir con éxito los objetivos fijados por nuestra facción. No en vano, los jugadores deberán hacerse cargo de reparar las defensas de las fortificaciones caídas, comprar maquinaria de asedio, campamentos para que los aliados puedan reaparecer en zonas conflictivas, etc.
Vamos, opciones para rato. Y lo mejor es que aparte de estas batallas, el mapa de Cyrodiil también incluye sus propias misiones y secretos que tan solo estarán al alcance de los jugadores con más ganas de explorar.
En el juego no existe una casa subasta general, sino que tendremos que recurrir a los gremios de jugadores para comerciar, o hacerlo a la vieja usanza: vendiendo cara a cara.
No podemos finalizar este artículo sin destacar también la importancia que han adquirido las artesanías en The Elder Scrolls Online, siendo sin duda un magnífico complemento a la acción propiamente dicha del juego. En este caso, de forma similar a lo visto en la serie principal, tendremos total libertad para convertir a nuestro aventurero en un especialista fabricando armas o equipo defensivo, tejiendo ropas, cocinando, e incluso elaborando pociones o poderosos encantamientos. Con el uso, como ocurre con el resto de habilidades de nuestro héroe, mejorará sus aptitudes con cada una de estas disciplinas, siendo posible incluso invertir puntos de habilidad para aumentar nuestros conocimientos.
Detalle que ya denota la importancia que Zenimax Online le ha dado a esta faceta de juego, que bien explotada por los jugadores les hará disfrutar de algunas ventajas realmente atractivas. Pociones verdaderamente poderosas, alimentos que mejorarán ostensiblemente y de manera temporal los atributos de nuestro guerrero –salud, magia o resistencia-, armas y corazas de enorme calidad listas para ser vendidas al mejor postor… las opciones, como decimos, son muy amplias. Pero también el trabajo necesario para sacar adelante estos oficios. Porque tan importante será sentarse en la mesa de trabajo para dar forma a estos objetos, como recolectar los ingredientes y materias primas necesarias para esa tarea.
Un buen divertimento que se complementa a la perfección con las muchas otras tareas que dan vida a este juego, en el que explorar al detalle las tierras de Tamriel nos reportará grandes ventajas en forma de libros capaces de mejorar nuestros atributos, puntos de habilidad extra, tesoros ocultos, etc. Por no mencionar la belleza de este universo de fantasía, que en The Elder Scrolls Online adquiere unas cotas de espectacularidad increíbles. Y eso que no estamos ante un portento tecnológico, ya que en algunos aspectos la obra de Zenimax cojea con respecto a sus competidores. Hablamos por ejemplo de lo ortopédico de sus animaciones.
Al alcanzar el nivel máximo de 50, podremos seguir desarrollando las habilidades de nuestro héroe con los niveles de Veterano, necesarios para usar ciertos objetos y equipo especial.
El juego se comercializa únicamente en inglés. Se pueden activar los subtítulos, que también van en inglés.
Del castellano ni se ofrece traducción ni hay proyección de hacerla oficialmente.