Amor imposible (IV)
9.- Ojos que observan.
En la oscuridad de la noche las palabras del semielfo ayudaron al oyente a relajarse al saber que no seria oido, había visto como sus tres compañeros caían a manos de una mujer indefensa y un caballo encabritado. En ese momento Raghar no se creía lo que veía, tres de los hombres mas respetados de su banda habían caído y de una forma humillante…..por no respetar a su enemigo y por pensar más con sus virtudes masculinas que con su cabeza.
Lo que podía ver con su único ojo sano le gusto, el semielfo estaba herido y divagando y la muchacha estaba tendida cerca de el sumida en un placido sueño, no tardaría mas que unas pocas horas en volver al claro con toda la banda y dar a esos mal nacidos lo que se merecían una muerte lenta y agónica. Raghar se tumbo en el suelo y se deslizo hacia lo profundo del bosque, sabia que no debía de hacer mucho ruido pues de todos es sabido que tanto la vista como el oído de los elfos es de los mejores del mundo.
10.- Llega el amanecer, encuentros y sorpresas.
La temida hora había llegado para Dalamar, había estado toda la noche pensando y sopesando las cosas que le podrían ocurrir en su evitado regreso a casa, bueno mejor dicho a lo que se suponía era su casa. En muchas de las ocasiones pensó en dejarse morir y mandar a Silvara a su casa, pues ese dolor físico era mucho mas dulce que lo que sabia que iba a sufrir a manos de sus congeneres, …..miradas, cuchicheos, y demás expresiones todas cargadas de odio, pero como siempre….esa sonrisa….esa bella sonrisa humana le hacia seguir adelante, le hacia pensar que había futuro, un mundo en el que el podría vivir sin recuerdos de bandas de bandidos o asesinos y en el que podría tener su propio hogar junto a la portadora de la sonrisa…..un hogar al que no tuviera miedo de regresar, un hogar en el que hubiera risas y juegos y el se pudiera unir a ellos sin miedo a ser insultado ni injuriado, un hogar en el que pudiera querer y ser querido.
La decisión le fue revelada al incorporarse para despertar a la muchacha, de su improvisado vendaje comenzó a brotar algo de sangre, el semielfo maldijo en voz baja y colocando una de las hojas que había dejado cerca la noche anterior sobre la herida se arrastro como pudo a la orilla del lago, donde lavo el trozo de tela y lo puso encima de la herida….uso la hoja como tapón, colocándola doblada dentro de la herida. Un grito hizo que pájaros y animales que había en el claro salieran corriendo y volando y que Silvara se levantara mirando a todos los lados.
-Dalamar, Dalamar- grito la muchacha.
-Estoy aquí Silvara, tranquila…debemos de partir, no tardaremos en llegar- dijo el semielfo.
-Voy a ver elfos-dijo la muchacha con una sonrisa de oreja a oreja.
El semielfo sonrió, todavía no se daba cuenta de que los elfos no tenían nada de mágico, pero no seria el, el que la hiciera perder esa ilusión que rozaba casi lo infantil, no seria el, el que la dijera que los elfos no son mas dignos que algunos humanos. Dejaría que la venda cayera por si sola de esos preciosos ojos.
Aunando sus esfuerzos consiguieron que el subiera sobre el caballo, el frió del amanecer hizo que Dalamar se encogiera pues, iba con todo el torso descubierto.
-Debemos de darnos prisa-dijo el- o si no me congelare y todo el esfuerzo habrá sido en balde.
-No dejare que mueras ¿sabes lo que me costo usar la daga contra ti?
-Pensé que dirías…¿sabes lo importante que eres para mi?¿estas mejor esta mañana?....cualquier preguntado preguntando por mi estado. Pero piensas en ti y en la daga jajajaja
-¿Por qué te ríes?-dijo Silvara cruzando los brazos sobre el pecho.
-La daga era de Haron , me quiere matar y gracias a su daga salvaste mi vida y la tuya.
-La muchacha se quedo mirando al semielfo con cara de no comprender nada- creo que el frió esta afectando a tus pocas neuronas.
Poco mas hablaron en lo que quedaba de viaje, ella iba pensando en cuanto tiempo mas aguantaría Dalamar sin desfallecer y de que si lo hacia como se comunicaría con los elfos, el por el contrario pensaba en que pasaría si no conseguía convencer a sus parientes de que venían solo a pedir ayuda. Una flecha con un astil verde los saco a los dos de sus pensamientos, una flecha que se clavo cerca de la bota de Silvara.
-¡Ey!- grito.
-Quieta-dijo Dalamar-ponte detrás mío yo hablare.
-Silvara se refugio detrás del semielfo y el caballo- ten cuidado.
-Tranquila aun me quedan neuronas-la dijo sonriéndola.
-Mas te vale….por que si no…..-jamás acabo la frase pues una voz a la vez autoritaria y a la vez cargada de resquemor y odio salio de la arboleda que comenzaba delante de ellos.
-Marchaos forasteros, no sois bien recibidos aquí en Kalindorme y menos si se trata de forasteros humanos- dicho esto cargo el arco y apunto a Dalamar al pecho.
-Haldir Dúnedain istannen le ammen- dijo Dalamar.
-La respuesta tardo en llegar- así que eres elfo o al menos algo de nuestra sangre corre por tus venas- dijo señalando al pecho del elfo y al poco bello que de el sobresalía.
-Soy Dalamar hijo de Kira una de vuestras druidas.
-Kira jamás tubo un hijo-dijo el elfo mirando fijamente al semielfo.
-Si tubo un hijo-dijo la muchacha saliendo de detrás del caballo- y ese hijo me ha salvado la vida.
-Humana no te metas en el conversación o me veré obligado a utilizar el elfico, si es que este mestizo sabe hablarle aun.
-Todo aquello descoloco al semielfo, fue como un recibir de nuevo la herida en el costado, pero una caricia de la muchacha le hizo seguir adelante en su idea de ser curado y ayudar a esa chica a encontrar a su familia perdida, no permitiría que ella viviera sin sentir el calor de una familia- Kira fue tomada por uno de los soldados humanos, en la ultima de las guerras que han divido nuestras razas.
-Kira, la sacerdotisa de Paladine, no permito a nadie que mancille así el honor de una de las personas mas bondadosas que conozco.
-Si es así de bondadosa permite que cure mis heridas y partiremos sin mas dilación-dijo el semielfo señalando la herida.
-Jamás ningún extranjero a puesto los pies en el suelo sagrado de los elfos y menos un humano-dijo señalando a Silvara- así que partid sin demora, si no queréis veros atravesados por mas de una flecha.
-Maese elfo…-empezó Dalamar, debía pensar bien lo que iba a decir, tal vez fuera su ultima oportunidad- se que nadie a puesto aquí los pies en muchas décadas, pero apelamos a la bondad de los hijos de Paladine, a esa bondad que se cree que aun queda en el mundo, una bondad que plasmo el dios del bien en los elfos, sus mas fervientes servidores.
-No….no puedo dejaros pasar-dijo el elfo.
-Este no puede ser un elfo puro-dijo Silvara.
-Ah y ¿eso porque?-dijo el elfo.
-Simple, los elfos son la bondad en el mundo, la justicia, todo lo bueno se plasmo en ellos, Paladine os tomo como elegidos para llevar acabo sus designios.
-Paladine nos abandono en el momento en el que nos lanzo a humanos y ogros contra nosotros-dijo el elfo.
-Fuisteis vosotros y vuestro orgullo los que hicisteis la enemistad con los humanos maese elfo-dijo Silvara.
-Maldita humana-cargo el arco.
-Alto-dijo alguien desde la entrada del bosque.
-Atlas, creo que no te enseñamos a atacar a personas desarmadas-añadió otra voz.
-Mi señores-hizo una leve reverencia-dicen conocer a Kira y mancillan su honor.
De la entrada del bosque salieron dos figuras una era la de una mujer y otra la de un hombre, la de la mujer era lo mas bello que Silvara había visto jamás, los libros decían que la belleza de las elfas era comparable a la de los ángeles, pero lo que se presentaba delante de ella era algo perfecto, si la perfección existiera claro esta….un cabello rubio y liso caía por la espalda de la mujer, en la coronilla llevaba una diadema echa con flores de plata, sus ojos de un azul cielo eran profundos y estaban llenos de bondad y amor y su cuerpo era lo que todo hombre desearía en una mujer, cuervas voluptuosas, senos bien colocados, cintura estrecha….el vestido azul que llevaba se amoldaba a ella como una espada se amolda a la vaina. Por otro lado el hombre era lo mas parecido a Dalamar que se pudiera imaginar, su pelo iba recogido en una pequeña coleta, sus ojos almendrados eran igual que los del semielfo, pero en los de el había alegría, había algo que Dalamar no poseía y debajo de estos no había las pequeñas ojeras que Dalamar presentaba, hay que añadir que cualquier mujer también hubiera deseado a aquel ser, pues su cuerpo aunque no fuera musculoso estaba bien formado y eso junto a que su cara parecía la de un ser de leyenda hizo que Silvara se quedara embobada mirándole.
-El elfo masculino se encamino hacia los dos intrusos- ¿Qué os trae a las puertas del reino elfo de Kalindorme?
-Mi señor, estoy herido, una banda de bandidos nos persigue…si no hubiera sido por ella-dijo señalando a Silvara- no estaría aquí delante de vuestra magnánima presencia.
-Todos los elfos vestimos de claro, ¿Por qué tu lo haces de negro?-le dijo la mujer elfa a Dalamar.
-Yo….
-El era miembro de la banda-dijo Silvara- su misión era capturarme y llevarme delante de su líder, pero al saber a lo que se dedicaban su compañeros….me salvo de las garras de la muerte y de algo peor. Después fue herido al salir corriendo del campamento y gracias a mis conocimientos médicos, todos aprendidos a través de la lectura- diciendo esto miro a Dlamar y sonrió- conseguí cortar la hemorragia. Fue idea suya el venir aquí…pues este es su lugar de nacimiento.
-Y ¿Quién es tu madre joven Dalamar?-dijo el elfo.
-Kira-susurro Dalamar.
-Así que ….Dalamar vuelve a casa-dijo la mujer elfa.
-Así es, pero solo necesito que me curen la herida y partiré-dijo el semielfo.
-Atlas, avisa a Kira, que venga aquí enseguida, debemos de hablar con ella antes de tomar una decisión-dijo el elfo.
-Mi señor se ara como ordenes-y salio corriendo cual liebre.
El tiempo paso lento para los dos forasteros, a Dalamar le dolía cada vez mas esa herida y la hoja que había colocado en la abertura de esta pronto estaría empapada de sangre y lo único que traería si no la sacaba seria una infección y una muerte segura, mientras Silvara no hacia mas que hacer preguntas y mas preguntas a los elfos. Dalamar comenzaba a perder la noción del tiempo, cuando vio aparecer aquella figura familiar.
Vio aparecer esos cabellos rizados, ese color rubio que tanto había anhelado besar y acariciar en su niñez, esos labios de los que no tenia recuerdo en su mejilla, esas manos que jamás le habían colmado de caricias, ese cuerpo que había anhelado abrazar cada día, sentirse protegido por ese amor que toda madre da a su hijo. Silvara desvió su mirada por un momento hacia Dalamar y comprendió el dolor que debía de estar pasando el semielfo al enfrentarse a su pasado, lentamente se situó a su lado y entrelazo su mano con la de el.
-Estoy contigo-le susurro- estamos juntos y nada ni nadie podrá con nosotros.
-El semielfo la sonrió y con sus dedos comenzó a acariciar los dedos de la muchacha- ¿Por qué no podía ser todo distinto? ¿Por qué no podía ser este el día en el que Dalamar presentara a su prometida a su madre?....en vez de eso era el día en el que Dalamar el semielfo, el no deseado venia a mendigar la ayuda de quien era su madre…ayuda de la persona que pensó que tener a ese muchacho era mas una maldición que un milagro de la creación- lo se- contesto Dalamar a la muchacha.
-Kira llego cerca de los dos loores e hizo una pequeña reverencia- lord Kishant, lady Yira ¿en que puedo ayudaros?
-Debes de saber algo Kira….alguien ha vuelto a casa-dijo la denominada lady Yira.
-Kira miro a los ojos a Dalamar….las lagrimas comenzaron a brotar de los ojos de la mujer- ¿Dalamar?
-El semielfo no podía hablar un nudo se le había formado en el estomago desde que habia vislumbrado a la figura de su madre y ahora estaba situado en sus cuerdas bocales, simplemente asintió moviendo la cabeza.
-Mi señora Kira, necesitamos ayuda, su hijo fue herido de gravedad en el transcurso de mi rescate.
-¿Eres un cruzado?-dijo la mujer elfa.
-No….Kira tu hijo es una buena persona…..cúrale, id a casa y hablar, lo necesitas.
-¿Y que dirán los demás? Me prometí olvidarle, le llevare a la pequeña casa de las afueras donde yo vivía antes, allí le mandare a una de mis sacerdotisas y le curara.
-Kira…es tu hijo por Paladine-dijo lord Kishant.
-Yo solo tengo un vástago y es una mujer, lo sabéis muy bien y se llama Estrella-dijo apretando los puños y mordiéndose los labios, lentamente se paso los dedos índices por sus parpados y los saco húmedos- esa es mi única forma de ayudar a este peregrino.
-Dalamar no aguanto tanto dolor y callo inconsciente en el suelo alfombrado por las hojas del otoño, lo ultimo que vio y oyó fue como Silvara se dirigía a su madre, las ultimas palabras fueron….- no se como en los libros se os pone como ejemplo de la bondad, sois como los humanos solo pensáis en vuestro bien estar- Dalamar sonrió y se desvaneció.
11.- La casa del bosque, rumores, algo que se acerca.
Dalamar despertó arropado por unas sabanas blancas, despertó sobre un colchón de plumas de ganso, el olor de esa habitación le traía amargos recuerdos de su niñez. Recordaba como sus compañeros se reían de el, recordaba aquel mote, aquel sobrenombre que le puso el gracioso de turno…”el oscuro”, nunca entendió el porque de aquel sobrenombre…..muchas veces pensaba que era por su forma de vestir al contrario que los otros elfos que solían vestirse con túnicas y vestidos de colores blancos o vistosos, Dalamar iba siempre enfrascado en un color negro.
Al levantarse de la cama fue directo a uno de los varios espejos que estaban situados en la habitación, su expresión de somnolencia dio paso a una expresión de terror, volvía a ser un niño…..no podía ser….el era un guerrero no un niño al que sus compañeros le hacina llorar con estupidos sobrenombres y mas y mas peleas y riñas…..no volvería a pasar por aquel infierno.
Dalamar grito y Silvara se acerco rápidamente a acariciar su frente, una frente que estaba rebosante de sudor.
-Debe de estar teniendo una horrible pesadilla-dijo Silvara a la muchacha que había mandado la madre de Dalamar para que se ocupara de curarle.
-La herida se infecto por la hoja-dijo la muchacha señalando a la hoja empapada de sangre que había sobre la mesa.
-Debió de usarla cuando yo no le miraba, lo siento.
-No debes de sentirlo…eso freno la hemorragia y seguramente le salvo la vida, para llevar apartado de nuestra cultura mucho tiempo ha sabido valerse bien con la ayuda de la naturaleza.
-¿Le conocías?-pregunto la muchacha a la elfa.
-Si….yo fui quien mas le hirió-dijo ella- la que le obligo a irse por mi desprecio y por mi negación a compartir mi vida con el.
-¿Te propuso matrimonio?-dijo anonadada la muchacha.
-Jajaja, no pequeña, el me propuso ser amigos, simplemente amigos….el buscaba alguien que le escuchara que le enseñara lo que era el ser querido y a la vez dejar que el aprendiera a querer.
-Y por eso….¿por eso se fue?
-Se fue porque nadie le quería cerca, no imagino lo que habrá sufrido en un mundo de continuos cuchicheos, burlas, …..en un mundo en el que no era aceptado.
Dalamar volvió a despertar, esta vez no estaba en una cama si no en un catre de los que se usaban en su campamento, y alrededor suyo estaban todos sus camaradas, esa gente que consideraba sus amigos y compañeros hasta descubrir lo que hacían a lo que se dedicaban. Al salir al patio de armas se encontró empuñando la espada de Haron, ¿Cómo podía ser? Para tener la espada del líder debía de haber acabado con el o que Haron le hubiera otorgado el poder.
Se vio dirigiéndose a una batalla y exterminando a niños y mujeres, hombres y ancianos. Lo peor de todo es que se le veía disfrutar con ello.
-No, no, no –grito el semielfo.
-De nuevo Silvara se acerco a el y lo apaciguo con caricias, Dalamar se volvió a entrar en un sueño tranquilo- ¿así que lo único que te pidió fue amistad y tu lo humillaste?
-La muchacha echo sobre la herida del semielfo un liquido negro y lo vendo con suaves vendas de lino- así es, el simplemente me regalo una flor y me pidió que fuera su amiga y yo….
-¿Y tu que?-dijo Silvara apretando fuertemente los puños.
-Yo le conduje a un claro del bosque, donde íbamos a hacer una promesa de amistad eterna….
-Pero jamás hicisteis esa promesa ¿verdad?
-No…le lleve a una trampa, mis amigos le cogieron y ataron de pies y manos, después de eso le embadurnamos de barro y le lanzamos un saco de plumas negras….nos pasamos toda la tarde llamándole el oscuro…..
-Por Paladine….¿tal crueldad es posible en el mundo elfo también?-pregunto la muchacha.
-Tal vez Paladine se equivocara al elegirnos, desde que entre a formar parte de la iglesia de este dios…me arrepiento de lo que hice día tras día….por eso estoy aquí, nadie quería ayudar a tu amigo.
-El tenia razón-susurro la muchacha.
Dalamar volvió a despertar deseaba fervientemente poder estar en el lugar al que le hubieran llevado después de caer inconsciente o despertar en el limbo, infierno o paraíso para al fin poder descansar en paz. Pero en vez de eso despertó en una formidable cama a su lado dormía alguien, al darse la vuelta para encontrarse cara a cara con su acompañante la vio…..era ella, la chica que poblaba su corazón desde que la vio sonreír, era Silvara,
Silvara al sentirse observada entreabrió los ojos y le dedico una de esas calidas sonrisas, a la habitación pasaron dos pequeños seres, una chica y un chico que comenzaron a saltar entre los dos ocupantes de la cama. Al caerle encima del costado uno de los pequeños Dalamar descubrió la herida de flecha, vio como estaba cerrada y cosida al estilo elfico.
Silvara echo a los niños del cuarto y los dos volvieron a tumbarse y abrazados se sumergieron en el mundo de los sueños.
-¿Tenia razón? ¿Sobre que?-pregunto la elfa.
-No debía de creerme todo lo que viene escrito en los libros-dijo ella, se acerco a Dalamar- despierta Dalamar, no me dejes sola en este lugar, no todo es como yo quería que fuera-diciendo esto la muchacha enterró su rostro en el pecho de Dalamar y comenzó a llorar.
-Unas manos delicadas acariciaron el cabello de Silvara- aun hueles a jazmín.
-Dalamar-grito la muchacha y se lanzo a abrazar al semielfo.
-Tenías razón, tu tenias razón y yo estaba equivocada, lo siento tanto.
-Dalamar seco una de las lagrimas de la muchacha- Estoy contigo estamos juntos y nada ni nadie podrá con nosotros- la sonrió.
-Es plagio-dijo sonriendo la chica, que se acerco mas al rostro del semielfo.
-Entonces te diré….nadie me separar de tu lado, cuidare de ti-la mano bajo a la barbilla y alzo la cara a la muchacha.
-Los dos se quedaron mirándose fijamente, los ojos almendrados de el se quedaron prendados de los de ella, los rostros se fueron acercando, las narices se rozaron en un tierno jugueteo- ejem- carraspeo una voz.
-Silvara se levanto de la cama- ella es la que te ha curado la herida-dijo señalando a la muchacha elfa.
-Gracias-dijo el- dile a tus loores que partiremos en cuanto pueda montar.
-No podréis salir, hay rumores de que un ejercito humano se dirige hacia aquí, deberás de luchar para defender el bosque.
-¿El ejercito viste de negro?
-Si….
-Y lo encabeza un hombre montando a un caballo negro con crin blanca.
-Si, ¿lo conoces?
-Haron-dijeron el semielfo y Silvara al unísono.
-¿Quién es Haron?-pregunto la elfa.
-Mi antiguo jefe-dijo Dalamar.
-Debes de conseguir que tus loores vengan aquí-dijo Silvara- nosotros podemos ayudar a vencer.
-Iré a buscarlos e intentare concretar una entrevista, pero no podrán con el poder elfico-dicho esto hizo una pequeña reverencia y salio de la pequeña casa.
Poco tiempo transcurrió desde que se marcho la muchacha hasta que se oyeron llegar varios caballos, los dos ocupantes de la pequeña casita estaban sentados con las manos entrelazadas. Lo único que necesitaban para estar en ese lugar eran la presencia el uno del otro, pues ellos sabían que no eran aceptados en aquel lugar nunca.
La puerta se abrió y dio paso a tres guardias elficos, ataviados con yelmos de acero y unas corazas blancas que cubrían sus cuerpos de los ataques físicos, a su espalda un carcaj rebosante de flechas y un arco de tejo y en su cintura unas vainas plateadas en las que portaban las famosas espadas runicas elficas. Detrás de estos entraron los loores elficos que salvaron a Dalamar y Silvara a la entrada del bosque.
-Gilena me ha dicho que podíais ayudarnos a derrotar al ejército invasor-dijo el lord elfo a Dalamar.
-Así es mi lord, debéis de aprovechar el factor de vuestra puntería en un cuerpo a cuerpo os aplastarían, son bestias sin escrúpulos, no dudarían en matar a mujeres, niños, ancianos….lo que pase por delante de ellos.
-Nuestro ejercito esta bien formado….
-No lucharan limpio, conozco a su líder, son tramposos y lucharan sin honor, no le importa cuantas vidas sacrifique si consigue arrasar el pueblo y a nosotros con el.
-Entregadle y se irán-dijo uno de los guardias.
-¿Eso crees? ¿Crees que habiendo descubierto el hogar de los elfos se irían solo conmigo o incluso con los dos?-dijo señalando a Silvara- os arrasaran y venderán a los sobrevivientes al mejor postor, debéis de luchar, de volver a levantaros de entre vuestras cenizas.
-Según tu el cuerpo a cuerpo no vale…..¿que propones Dalamar?-dijo lady Yira.
-Los árboles servirán de cobijo a vuestros arqueros, que mermaran al ejercito enemigo según avancen entre los árboles, y si no recuerdo mal cerca del pueblo hay un claro-dijo mirando a la muchacha que le había curado.
-Si…-dijo desviando su mirada.
-Llevadlos allí, dadme algunos hombres y yo acabare con esto-dijo Dalamar levantándose y echando mano a su cintura buscando su acero.
-No te levan…-la frase se quedo sin acabar al ver Silvara, como la herida ya no sangraba y como Dalamar podía moverse sin problemas.
-La medicina elfica….es lo único bueno que hemos dado al mundo-dijo lady Yira- no encontraras mejores sacerdotes de curación en otro lugar, una herida que un sacerdote humano tardaría un par de días en curar nosotros la curamos en breves instantes pequeña. No te preocupes, el esta incluso mejor que el día que te fue a buscarte.
-¿Te jugaras tu vida por un pueblo que te rechazo?-dijo lord Kishant.
-Así es….solo pido a cambio una cosa…
-El que, si yo caigo uno de vuestros hombres cumplirá la promesa que la hice a Silvara de ayudarla a encontrar a su familia.
-Hecho-dijo lord Kishant-¿Cuántos hombres necesitas?
-¿Cuántos puede darme?
-Una compañía de cincuenta lanceros estaría bien ¿no?-dijo lady Yira.
-Con eso bastara mi lady, mi lord puedo pedir una armadura y un acero-dijo el semielfo haciendo una reverencia.
-Eso esta hecho muchacho, traedle una armadura y un acero que pueda empuñar-grito lord Kishant.
-El acero no-dijo Silvara- llevara esta espada la cual ha sido empuñada por los dos y así me llevara cerca de el en la batalla.
-Las miradas de los dos jóvenes se quedaron entrelazadas, nunca sabrán cuando se fueron los ocupantes de la casa, pero al desviar la mirada el semielfo se encontró con que estaban solamente ellos dos en la casa- debo ir Silvara.
-¿Por qué?-dijo entre lágrimas la muchacha- ellos te desprecian, ellos no te quieren, a ellos si tú caes no les importara a mi si.
-Lo hago porque han llegado aquí por mi, nos siguieron mi niña.
-Ya…pero podemos huir y dejarles a ellos, son guerreros, les has dado la pista de cómo vencerles, ¿Qué mas quieres darles?
-La única manera de vencerles es derrotando a Haron y eso ……lo debo de hacer yo, por mi….por ti.
-¿Por mi?
-El toco tu cuerpo, el hizo que todo lo que tu creías que ibas a encontrar en esa cabaña fueran falsas promesas, te hizo daño y te humillo, eso no lo permitiré, eres la única persona que esta a mi lado y no me rechaza ni se burla de mi.
-Dalamar, no eres un caballero de Solamnia, no diste tu palabra. Vamonos de aquí, busquemos juntos a mi familia-dijo mientras le abrazaba y le miraba a los ojos.
-El semielfo rodeo el frágil cuerpo de la muchacha y sintió como temblaba a causa de los jadeos y llanto- mi princesa….me has dado la vida, has hecho que este corazón lata de alegría por algo, prometo volver a tu lado.
-Y ….¿si caes?¿ quien estará a mi lado si caes?
-Mi espíritu-dijo el apartándola el cabello y acariciando su cuello.
-¿Tu espíritu?-dijo ella.
-Si mi ángel, el te cuidara.
-¿Tu espíritu podría recibir esto?-dicho esto junto sus labios con los del semielfo y los dos se sumieron en un beso calido y armonioso, un beso que expresaba los mas íntimos sentimientos de dos personas que no han conocido el amor por parte de nadie, los dos se dieron ese amor que tanto anhelaban. El uno lo busco marchándose de su lugar de nacimiento y la otra en los libros, el destino hizo que se juntaran y ahora…como el destino los había unido también podía separarlos.
-Mi vida prometo volver y podrás darme mas de esto-dijo sonriéndola.
-Un cuerno ocupo el silencio que había entre la pareja ahora y Dalamar conocía muy bien de donde provenía aquel cuerno, Silvara lo miro y comprendió- nada de lo que diga te ara cambiar de idea ¿verdad?
-El semielfo negó con la cabeza- te prometo ante todos lo dioses que volveré a tu lado.
-Mas te vale, porque si no….-comenzó a llorar de nuevo.
El semielfo la seco las lagrimas, la beso en los labios y le susurro algo al oido (que aun no desvelaremos), se coloco el cinto se lo abrocho y coloco la espada en la vaina, salio al frió aire de la mañana con un pantalón de cuero y unas botas del mismo material buscando al muchacho que seguramente mandarían con su armadura.
-¿Por qué ahora que el destino me da el amor yo me arriesgo a combatir por ellos? Ellos que me maldecían por lo bajo y me negaban el amor que tanto quería. El destino es como la hoja de la espada …..tiene dos filos y nunca sabemos cual nos tocara.
La muchacha se quedo mirando como la persona que amaba se perdía entre los árboles, se quedo mirando por la ventana de aquella casa como el se iba y la dejaba en aquella confortable casa, esa casa que se convertiría en una prisión sin saber de el. Se sentó en la cama y se seco las lágrimas.
-No dejare que el luche solo- se levanto y acaricio la daga que llevaba con ella, cruzo la puerta y comenzó a pensar en un plan según andaba hacia la ciudad elfica.
Comentarios de los pobladores
Escrito el 15/08/2006
Buenísima continuación Turok. Los pjs no solo han cogido caracter, sino que además uno los siente ya como propios. Una historia que te voto con la nota máxima, porque además el lenguaje está muy cuidado y bien redactado.
Escrito el 15/08/2006
Sólo peude disfrutarse de esta lectura. Has entrado con estas líneas suaves y bien estructuradas, y continuado el largo viaje que estos personajes carismáticos van recorriendo de nuestra mano. La ortografía bastante bien cuidada (no del todo, la verdad, y no quiero ser pesado pero no es lo mismo DESLIZO que DESLIZÓ, pues complementa un tiempo verbal y una persona distintas).
Te voto con buena nota por tu elocuente novela, que me lleva gustando desde el inicio, pero no puedo obviar esas pequeñísimas faltas que seguro que puedes quitar ;)
Escrito el 16/08/2006
Bueno, bueno , bueno... me tienes enganchada a tu historia, turok! Me llevo leídas las cuatro partes, y no veo el momento de ver los desenlaces que van a ir sucediendo. ¿Cómo acabará tan bella historia de miradas?? No me desilusiones eh??, que espero mucho de esta novela!
Escrito el 16/08/2006
Escudero (394 PGS)
Aventurero Solitario
Muchas gracias por vuestros comentarios y por seguir mi historial la verdad no crei que gustara tanto, gracias a vuestro interes he ido mejorando en mi expresión y ortografia. Espero tener la quinta parte dentro de poco. Lo dicho muchas gracias por seguir leyendola y por vuestras criticas constructivas
Escrito el 17/08/2006
Buena novela turok, de verdad. Es una historia que quizás no destaque por un aspecto en concreto, pero que reuniendo un poco todo ,se convierte en agradable y para recomendar a todos. La historia de todos y cada uno de los personajes, cómo interactúan y se comprometen entre ellos y en sus andanzas cruzadas, la descripción del entorno (que aquí es dónde yo siempre he votado más alto, porque mi lectura necesita continuamente que le digan cómo es el entorno, describirlo con fuerza), y la velocidad de los acontecimientos, ni muy rápida ni muy lenta, sino dependiendo. Manejar la velocidad pocos pueden presumir de hacerlo, y es un aspecto fundamental. Muy buenas cuatro partes.
Escrito el 21/08/2006
Aprendiza (14 PGS)
Aventurero Solitario
te prometi leerla y ya lo hice...muy buena...con toques romanticos...me gustaria q tuviera el final q te dije,pero un final demasiado pequeño para tan gran historia..asiq,sorprendeme una vez más.tkm
Escrito el 25/08/2006
Cuatro obras, y grandes mejorías en cada una de ellas. Es evidente cómo has ido progresando en tu maestría. El relato engancha, engancha... no tardes mucho en publicar las siguientes partes!!!
Escrito el 25/08/2006
Archimago (7193 PGS)
Golden Sword TM
Mensajes: 1754
Administrador
Uhmmmm... se queda interesante!, hacia la ciudad élfica!. Simplemente detallarte que la historia goza de todos los ingredientes oportunos para convertirse en un motivo de agrado en su lectura. También he de subrayar la existencia de faltas ortográficas, que con mucho pesar, bajan su nota. Lástima.
Escrito el 31/08/2006
Hidalgo (1101 PGS)
Aventurero Solitario
El argumento se va desarrollando con riqueza a lo largo de las diversas entregas. Sin embargo, aún existen faltas ortográficas. Debes cuidar ese aspecto para futuros trabajos.
Escrito el 06/09/2006
Exploradora (1059 PGS)
Aventurero Solitario
La historia me gusta, aunque quizá demasiado romanticona (eso ya es gusto personal). Tu forma de escribir está mejorando en cada entrega.
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