Segunda parte de la cuarta y última entrega de la saga de Crepúsculo (Twilight), basada en la novela de Stephenie Meyer.
Cada momento nos ha llevado hasta aquí.
Bella (Kristen Stewart) despierta transformada: ya es madre y, también, por fin, un vampiro. Mientras su marido, Edward (Robert Pattinson), se deleita con su belleza, velocidad e inusitado autocontrol, la neófita Bella nunca se ha sentido más viva. Por su parte, el destino de su mejor amigo, Jacob Black (Taylor Lautner) ha quedado irremediablemente ligado al de su excepcional hija, Renesmee (Mackenzie Foy). La llegada de una criatura tan singular consolida este particular clan familiar, pero no tardará en despertar fuerzas que amenazan con destruirlos a todos.
Con más dosis de lucha, romance, pasión, misterio y acción, se pone el punto final a este relato universalmente adorado de amor, familia, valor, autoafirmación y destino.