8.5
World of Warcraft: The Burning Crusade
RPG Online

Relevancia

8.0

Calidad general

7.0

Han pasado varios años desde la derrota de la Legión Ardiente en el Monte Hyjal y las razas de Azeroth han continuado con la reconstrucción de sus vidas destrozadas. Con una fuerza renovada, los héroes de la Horda y la Alianza han comenzado a explorar nuevas tierras y se han abierto paso a través de El Portal Oscuro para investigar los reinos que se encuentran más allá del mundo conocido.

The Burning Crusade, la primera expansión de World of Warcraft, nos trae dos nuevas razas –una de la Alianza y otra de la Horda-, un enorme continente para explorar, monturas voladoras, 10 niveles más y una nueva profesión, y especialización para todas las profesiones que mejoran la experiencia del juego que llevó al World of Warcraft original a convertirse en el rey absoluto del género.

La nueva raza de la Horda, los Elfos de Sangre, añade la belleza y elegancia de la que adolecían las razas de esta facción. Sin embargo, a la Alianza se le une también una raza muy original, los Draenei, fuertes y robustos los héroes, y elegantes y delicadas las heroínas, que añaden la presencia basta e imponente que tanto necesitaba la Alianza. Cabe destacar que, en el ámbito de las clases, ni los Draenei pueden ser pícaros, ni los Elfos de Sangre pueden ser guerreros. No obstante, los primeros pueden ser chamanes y los segundos, paladines, clases vetadas hasta el momento para Alianza y Horda, respectivamente.

La zona inicial de los Elfos de Sangre es Lunargenta, situada al norte de las Tierras de la Peste del Este, mientras que la nave de los Draenei se estrelló en una isla situada cerca del territorio de los Elfos de la Noche, siendo su capital Exodar.

Shattrath, la nueva ciudad compartida por Horda y Alianza situada en el bosque de Terokkar, luce una estructura y un diseño rocoso y abrupto, organizado en varias barriadas, cada una con su propio estilo, con dos facciones: los Arúspices y los Aldor, cuya membresía puede contar con héroes de la Alianza y Horda indistintamente. Un nuevo mapa es Nagrand, con sus fuentes y sus paisajes soleados en extensos terrenos verdes, un primaveral paisaje a medio camino entre Mulgore y Bahía del Botín, salpicado por la magia de Terrallende, si bien se incluyen otros muchos.

El diseño de las nuevas mazmorras, se decanta más ahora por los escenarios abiertos, las salas amplias y las bellas galerías, en detrimento de los pasillos y los túneles que caracterizaban a las antiguas. Salvo orcos y algún que otro enemigo clásico, el resto de los PNJ enemigos que nos encontraremos en nuestro viaje por Terrallende presentan nuevos modelos, también más fantasiosos y menos realistas que los que se observan en Azeroth.

También se han incluido nuevas armas y armaduras tanto en funcionalidad y poder, como en diseño y presencia. Los ítems que se consiguen en la larga carrera hacia el nivel 70, sin embargo aprovechan en su mayoría los modelos usados en el anterior juego.

Cada zona nueva de la expansión tiene varias mazmorras, más breves e intensas que las que habíamos visto hasta ahora, pero más difíciles de terminar, e incluso más difíciles de iniciar, como puede ser el caso de la famosa mazmorra Karazan, que requiere la realización de varias misiones previas.

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