La guerra continúa en Irak, en Palestina, y en el corazón de otros muchos que encarnan la destrucción y los intereses de su propio país. Envían tropas armadas hasta los dientes mientras que en su país, el enemigo contraataca inmolándose en un acto de desprecio por la vida, siendo el pueblo el que paga las consecuencias o el que alienta aún más la llama del odio.

¡Cúlpales a ellos, culpa a los juegos de rol!, asegura que son jugadores de rol empedernidos y carcomidos por el siniestro ambiente de la imaginación, y que dejan escapar sus maldades engrandecidas por el poder que sustentan. ¿Qué...? ¿Te parece irónico? Pues no deberías tomártelo así, sino muy seriamente, pues muchos son ya los periódicos, artículos, ensayos, columnas, y programas de televisión que atestigüan que cierto juego de rol causó que cierto individuo se dejara llevar por esa "forma paranoide" para matar. De hecho, a veces el asesino resulta que tomaba drogas, y que incluso estuvo en un correccional de pequeño, y que sufrió vejaciones por parte de su padre, y nunca fue a la escuela.... pero sí jugaba al rol últimamente, y eso sí te lo dicen, aunque no tenga nada que ver, aunque no sea diferencial. Te dicen "El señor A.G., que aunque tuvo una vida poco agraciada en su juventud, cometió el vil asesinato a G.R. ayer noche entre las 12 y las ..... Se sabe de este señor que estuvo en un correcional de pequeño y que en los últimos años, se reunía con un grupo de su ambiente para jugar a esos juegos de rol en los que priora la imaginación antes que el tablero. Nuevamente los juegos de rol entran en tela de juicio...". Indignante.

Ya no se si es que vivimos en un mundo repleto de tontos ignorantes o es que realmente los juegos de rol te "comen el coco", porque para mí, gente con tan poca cordura para tramitar ese tipo de comentarios no me merece ni la más mínima comprensión ni atención. Te preguntas cómo, un ser tan abigarrado mentalmente a podido llegar a ser periodista objetivo, cómo a entrenado su mente de fomr ágil para ejercitar como tal, y cómo la gente le reconoce sus méritos cuando comete tamaños errores. Y sin embargo no sea culpa de los columnistas... quizás los culpables seamos nosotros, el pueblo, cuya inmensa mayoría -poco culta- ve los juegos de rol como un pecado, y claro, ¡no le pidas a un periódico que nosea sensacionalista!. El periodista hará lo que tiene que ahcer: alimetnar al pueblo con lo que piden, con lo que imaginan ya. Pero... ¡espera! ¿no es esa una de tantas definiciones que tiene el rol? Tu mente te pide un mundo, y tú lo creas y lo muestras al grupo que está contigo. ¡¡Sí!!... lo que pasa es que ellos lo hacen a gran escala xd.

Hasta ahora pensaba que todos aquellos que critican con tanto afán y tan poca argumentación a los JDR, no sabían ni de qué hablaban, pues ni siquiera lo habían probado alguna vez, ni siquiera lo habían visto nunca. Es más, ni siquiera se habrían leído un libro de rol, para no "caer en la tentación de la serpiente". Pero igual me equivoco... igual son mejores roleros que todos nosotros, unos tíos capaces de mentir y hacer que sus mentiras hagan eco en todo el pueblo. No seamos intolerantes... mas eso no quita que seamos realistas.

Un asesino es una persona con una psicopatía, entendámoslo. Si comprendemos esto, desembocaremos en que un juego de rol no te puede volver psicópata, ni por tanto asesino. Lo dicen los psicólogos (que los recomiendan a los jóvenes), lo dicen los jueces (que nunca retiran del mercado tales juegos por no atribuirles influencia alguna), lo dicen los que juegan (que no defendemos el rol por mandato, sino por obviedad). ¿Es que un periodista sabe más que todo ese cúmulo de personas?.

Agradezco no pertenecer a ese gremio de locos, a esos locos jugadores que danzan con las mentes de otros... me alegro de no ser uno de ellos.

Y a pesar de todo... pensamos, somos animales, pero animales pensantes que saben levantar el dado con la mano mientras saborean una cocacola fresca, y atienden a lo que el master va describiendo. Somos capaces de crear mundos soñados, somos clonadores de espíritus anegados de disfrute, dioses que engendramos miles, millones de vidas, ciudades, pasados y destinos, milagros continuos... somos roleros, frikis, o incluso "jugadores de rol" si se es clasista.

¿Y a quién le importa? A fin de cuentas se trata de que cada cual se vea bien consigo mismo, de que la opinión de la gente solo sirva para apuntullar aún más tu sonrisa, no para apagarla o encenderla ¿no?. Pues no. A mí, a mí me importa, porque somos una sociedad que es y debe ser consecuente con su entorno social, y en la que entrados ya en un siglo de tecnología y prosperidad cultural, con incipientes comunicaciones en alza, nuestros gobernantes mundiales se preocupan más por incrementar sus riquezas o votos de poder antes que cumplir con su oficio. Y si ellos me etiquetan como "propenso a ser asesino por mis hobbies", yo tengo derecho a tildarles a ellos de burócratas sin sentido. ¿Cómo que porqué? ¿Es que no es evidente? Soy un ser pensante, capaz de asumir responsabilidades, con una mente que separa al instinto de la lógica y que la antepone, un conocedor de las leyes y de las normas de conducta que han de cumplirse. Pero ¿un mono es capaz de asumir eso? ¿Un simio es capaz de reprimir sus ganas de orinar en público para hacerlo en su atril? ¿un simio iracundo puede aguantar su hastío sin pagarlo sobre el primer niño que pase a su lado? ¿son capaces de pasar con el semáforo en rojo? Pues entonces, ¿cómo es posible que se dictaminen leyes de derechos humanos hacia aquellos seres que no son humanos, que no son capaces de pensar con responsabilidad sino sometidos bajo un condicionamiento respondiente?. Ya no es cuestión de religión, dónde con la fe se taja de raíz el que el mono deba tener derechos humanos o no, sino que es cuestión de leyes, dónde los principios fundamentales son absorbidos por la sinrazón, la idiotez, y la sensatez del mismo sujeto a quien se le aplica (en este caso que nos ocupa, un mono).
Entonces... ¿yo soy un estereotipo de asesino por jugar al rol? ¿Y tú, sagaz político? Debería etiquetarte como propenso a cometer sandeces y de ir en contra de la humanidad. Y aquí no se está tirando dado alguno, ni se está evaluando ninguna tabla de posibles resultados, sino que tratamos de acabar la sesión de juego, de salir del papel para volver a mirarnos a los ojos y asumir nuestras obligaciones como personas morales. ¿Y qué vemos?... ¿Monos con derechos? ¿Un país que se va capitalizando en divisiones de subnaciones? ¿Un alto el fuego dónde no se entregan las armas?. Es que parece que no hemos salido del papel, parece que seguimos jugando al rol, pues tamañas barbaridades solo son comprensibles desde un reino de fantasía e imaginado, y no en un mundo asentado en leyes reales.


Vivo en Andalucía, y respeto a ese hombre de altura negada que admite a la comunidad inseparable de España como una realidad nacional, mientras que los de Cataluña brindan bajo el lema somos una nación de preámbulo, y los de Murcia subrayan su apellido de nación económica y cultural. Los respeto a todos, pero ellos no me respetan a mí en absoluto. Yo en ningún momento he decidido que quiero que Andalucía varíe su puesto normativo y nominativo a esa aberración actual, ni la mayoría tampoco lo desea así, pero ellos deciden, y tu te aguantas o te alegras. Y te lo pintan cual cuadro impresionista, repleto de floreados matices y vivos colores, para que los creas con esa falsedad, ya que la verdad no podría ser entendida ni por los mandriles. Te obligan a actuar, cercando o -a veces- eliminando la posibilidad de la elección. ¡Pobre Neo! La vidente tenía razón, somos unos súbditos de esa idea, pero en el fondo no deja de ser eso, una idea de libertad que ni William Wallace podría gemir.

Que sigan, que sigan... son unos roleros empedernidos, unos mentes que inventan de todo y lo sacan fuera para convencer al resto de "jugadores", la población, mientras nos van creando una serie de hechos cambiantes y a veces tan ilógicos que solo pueden atribuírseles a la fantasía. Son unos masters, unos directores de juego, unos amos del calabozo, pero que tengan cuidado ya que los jugadores pueden alzarse en su contra, pues un master ha de ser recto, entretenido (los presidentes del gobierno suelen ser muy divertidos xD), capaz de llegar a tu imaginación, y cumplidor de normas, habiendo incluso la habilidad de variar alguna -cual Dios terrenal- si lo ve necesario. Sí, son grandes jugadores de rol, ataviados con trajes de fama y de respeto indecoroso.

Al final todos somos roleros, unos con dados y otros con trajes, unos siendo personas y otros disfrazándose de tales. ¿Y qué hacemos nosotros, los roleros que, tras salir de esos mundos de fantasía, nos encontramos con éste real, que supera con creces nuestra imaginación?. Aquí los monos están en igualdad a mí, pero a ellos les dan de comer y de dormir, y pueden descansar y aparearse todo el día... este mundo supera ese Hechizo de Tormenta que mi mago lanzó al Necrario de la cripta carmesí... y es que al final, queridos lectores, solo nos quedará creer en la magia, o al menos en quien la vio, y la dio a conocer. Llámalo religión, llámalo Nostradamus, o llámalo simplemente aguantarse. Esa es nuestra elección, al menos hasta que puedas ser tú el que tome el cetro con el que "hipnotizar" al resto de decisiones y de elecciones.


¿Qué es lo que prefiero yo? Prefiero no pensar en esto, solo expulsarlo.

Mucho se ha hablado de la temática "rol virtual" y "rol real", contrastando entre los juegos de rol vía ordenador o en mesa (hay alguna que otra editorial muy interesante sobre ello, por el amigo wizard). Yo, claro amigo de la tecnología y el próspero avance de internet y la conexión entre todos, apuesto firmemente por los virtuales, y sí, sí, lo hago con firme convicción que es lo más conveniente y divertido para una persona.

Hoy en día coexisten la vertiente de quien cree que eres un asocial sin vida por estar conectado a una pantalla jugando a un juego online 4 horas diarias. Muchos podemos ser trabajadores, con nuestras 8 horas laborables típicas, incluso tener familia, con unos hijos adolescentes creciendo y esperando ser atendidos en su educación paternal y maternal. Y claro... esa gente suma 8 de trabajo + 4 de juego online y concluyen que agotas las 12 horas diarias en tí y en ser un abosorbido del juego, y no una persona normal que se ocupe de sus auténticas labores. Sin embargo es aquí donde se les debería recordar que alguien dijo "las matemáticas no son exactas"... ¡qué gran verdad, sí señor!. Y es que, cuando uno dice 4 horas diarias al juego se refiere por término general, hablando a grosso modo, generalizando y no concretando que cada día, cada semana de cada mes estaremos 4 horas allí pegado.

A estas alturas ya sabréis que yo soy claro jugador y defensor de los juegos online, por muchas cosas como a continuación os diré, y en lo referente a las horas jugadas, uno juega lo que se le antoja en su tiempo de ocio, y si no puedo porque teno un hijo que educar o comida que cocina, ya jugaré luego o mañana, sin problema alguno. Y es que, si pasas más de 2 horas pegado al monitor, te tacharán de jugador empedernido, una enfermedad psicológica que no tiene nada que ver con la mayoría de jugadores virtuales. ¿Acaso el jugar implica ser un irracional que no sabe ver más allá de la vida existente y real?

Entiendo que existen personas que sí acaban como locos en ese mudno virtual, intentando ser el mejor equipado, el más fuerte, la referencia de todos y la admiración de muchos, todo un héroe que las féminas adorarán y por cual los varones babearán. Pero no hagamos ley de una excepción, y lo digo con clara convicción al conocer a muchos jugadores virtuales de varios juegos online y constatar que saben cuales son sus limitaciones, cuándo pueden jugar y -lo más importante- cuando quieren jugar. Yo juego cuando quiero y cuando puedo, y si me imponen obligatoriedad, debo elegir si quiero que eso sea un trabajo más para mí o un simple hobbie, pero nunca tomármelo como un castigo, eso nunca.

Por otro lado, veo en los juegos online cómo uno conoce a gente de sitios muy variopintos, de culturas muy distintas, y logran amistad con una fuerza y consolidación que incluso se realizan viajes para conocerse y desmitificar un poco el avatar que hay tras esa persona. En el rol tradicional el grupo de juego es siempre el mismo, con nuevas incorporaciones limitadas a que salgan nuevas amistades en el círculo de amigos, y con una clara visión que el número de jugadores estará limitado físicamente a la casa y mesa en cuestión. Estas barreras empíricas se rompen en los mundos virtuales, donde os podeis reunir 30, 40 o incluso 50 personas en un mismo sitio para diversión de todos, compartir anécdotas, o jugar, que de eso se trata al final ¿no?.

Los mundos virtuales acercan a las personas dándoles a todos un personaje o avatar en forma de escudo que quita todo tipo de timidez o complejo, y es que... ¿cuántas veces puedes haber querido decirle a tal chica "hola", pero por temor a no gustarle te has tirado para atrás? En los mundos informáticos eso es sencillo en el sentido que solo es cuestión de simpatía, tópicos a parte, y es que allí uno será un bravo guerrero de ancha espalda y rostro imperturbable, mientras que ella puede encarnar a una bellísima elfa de rasgos tiernos y piel aterciopelada. Acercarte a ella será fácil... hablarle y listos. ¿le caes mal? Bueno, le ha caído mal nuestro personaje y nunca sabrá que fuímos realmente nosotros... y no, no es un engaño, sino una forma de inhibir nuestra timidez y temores y hacer que podamos abrirnos a dialogar y relacionarnos más y más.

Puede ser que sea una moda pasajera, como dicen otros tantos, y que la novedad grande con el resto de juegos es que no compites contra una máquina y un itinerario programado, sino que os juntais varios colegas virtuales para llevar a cabo lo que querais (en cierto punto sí es verdad que la uno se enfrenta a la máquina que controla a los enemigos), es decir, un juego de rol. Sin embargo no hay que olvidar los nuevos mundos virtuales que compañías están sacando y que consisten en ciudades virtuales donde pasear, comprar cosas, y en definitiva llevar una vida normal, nada de luchar ni guerras épicas. Es llevar una segunda vida propiamente... y no nos vayamos muy lejos, porque de alguna forma todos estamos liados en esa maraña con un Facebook o un Twitter que encarna el nacimiento de esos guiones. ¿Somos acaso todos jugadores de rol y no lo sabemos? Sí, desde luego que sí, trascendemos de nusetra vida real y nos gusta encerrarnos en otro mundo donde tenemos otros amigos, con formas definidas por ellos, caracteres puestos por ellos, y escenarios que inventamos según nos los presentan, cambiantes según el antojo del programador.

La pregunta es... ¿llegará algún día el rol virtual a suplantar con fuerza la vida misma? Quisiera responder un sincero NO, pero debo inclinarme hacía un SÍ fácilmente visible. Modas aparte, todos somos conscientes frente al espejo de nuestras arrugas, barriga cervecera, rostro de mico, o brazos de palillos, y queremos -nos gustaría- ser, por una vez, gente a la que se admire. Ahí entran los MMRPG, los juegos masivos multijugador online. Y llegará el día en el que todos estemos conectados a mundos virtuales, y que queramos que dicho mundo sea más real, que se amolde más e interactue más con nuestras acciones... y llegará el día en el que nos preguntaremos si los hermanos Wachzoski estaban prediciendo una realidad en su virtual saga de Matrix.

Envidia, LA envidia.
Para muchos una necesidad humana, para otros una condición innata, y para todos un hecho que molesta cuando ers el objetivo pero que satisface cuando tú la propagas. Se dice que hay que cuidarla, pero con poco mimo, lo suficiente como para darte pequeñas dosis de estima siempre y cuando no te drogues y te hagas un adicto.

¿Sientes envidia de alguien? Bien, eso es bueno, significa que eres humano, y que eres capaz de motivarte en tu vida al querer alcanzar objetivos que ahora no posees. Pero... ¿tu envidia es enfermiza? ¿sientes odio a esa persona por ser / poseer aquello que tú no?. Bueno, tranquil@, es normal sentir amor y odio, alegría y tristeza, y si no soportas estar cerca de esa persona por el triunfo que tú no has logrado es, hasta un punto, admisible y comprensible. Porque tú no serías capaz de desear su fracaso o su derrota ¿verdad?... eso te convertiría en un monstruo más de los tantos que cohabitan con nosotros, callados y en la oscuridad de su enfermedad. Sí, es una enfermedad envidiar hasta desear la muerte, es una patología mental el abastecerse con la desgracia de aquellos que estaban abastecidos en ese campo de insatisfacción tuyo.

Y os preguntaréis.. ¿qué tiene que ver todo esto con el tema del rol?. ¿Se está volviendo loco este escritor? xD. Lo cierto es que en algunas sesiones de rol, uno observa como entre los PJs existe esa mirada esquiva y pícara que refleja su estado de envidia, haciendo que todo lo escrito en el papel deje de tener sentido. El PJ deja de interpretar en lo debido su papel, se olvida de que es un rastreador carismático y de tendencias simples, con una avaricia casi inexistente y cuyo fin en la vida es servir bien a su señor y ser de utilidad a aquellos que le acompañan, regando todo con una buena cerveza en la taberna del pueblo... noooo... se convierten en unos PJs espirituales que olvidan sus números y letras y que solo desean hacerse con ese objeto o ese favor logrado por ese otro PJ. ¡Necesitan conseguirlo!.
Rompe mucho las jornadas este tipo de actuación, además que es complicado para un director de juego localizarlos, pues suelen ser buenos camufladores de sus intenciones, saliendo del papel y entrando en él con mucha habilidad, entre sonrisas, palmaditas, y carcajadas de amistad. Pero ¿sabes dónde está el peligro? En que cada vez que salga, se lleve parte de ese rencor, de esa envidia. ¡Cuántas veces he constatado como sentados en una mesa interpretando papeles de héroes, los PJs conservan los sentimientos originarios de aquellos que manejan su hilos. El jugador de rol perfecto no existe; todos entramos en ese mundo con parte de nuestra realidad, migrando de cuerpo, las amistades e incluso las habilidades, pero no la mente... y por mucho que tu Pjs tenga sabiduría 0, cometerá el error o fortuna de conocer el peso atómico de una molécula de Antimonio. La mediática sucede cuando sucede con la flecha apuntando hacia el otro lado, esto es, de la fantasía a la realidad.

Jugadores así son penosos, dan incluso rabia. Y no es por sentir envidia, muy normal entre todos y común a toda entidad con vida pensante, sino por sentirla en un cuadro inventado por un director de juego y por sacarlo de allí y seguir sintiéndolo hacia el pobre que controló a ese PJ, alguien totalmente distinto y que lo único que tiene que ver es que es su maestro títere. ¿Acaso te cabreas por nada con alguien? ¿así por así? ¿tan tonto podemos llegar a ser?.

No voy a dar ningún consejo ni propuesta de control ni de mejora. Que cada cual haga sus cábalas e idee cómo pueden darse situaciones semejantes. Y no penséis en una envidia mortal, pero sí en enfados que llegan incluso a perdurar durante días hasta que al PJ en cuestión le suceda algo malo que lo compense... y en otros casos dura incluso años!.

Sí, yo también siento envidia, mucha envidia, en esta vida y en la de fantasía. Pero al menos soy lo bastante inteligente como para diferenciarlas, y podré odiar a un colega por haber tirado cocacola en mi teclado de 120 €, o con el caballero de orden negra que matóñ a mi cónyuge mientras descansaba bajo aquel sauce llorón de la región de Dismarck... pero nunca uniré ambas envidias u odios. Eso sería enfermizo.

No, no teníamos bastante con el SIDA, y el terrorismo (tanto el etarra como el procedente de fuera), que encima se nos juntan adversidades naturales como huracanes y demás tropelías. Podemos hacer oídos sordos y seguir vociferando lo mal que nos hace sentir todo esto -así somos todos... muy solidarios con la palabra pero poco con la pasta-, y es que el aparentar es muy importante. Somos una fachada que llenamos de lo queremos. Antes la gente destacaba por su altruísmo sobrado, capaz de donar grandes sumas de dinero, o de depositar algún euro en el cepillo eclesiástico cada domingo, mientras que en la actualidad apenas llegamos a llorar la desgracia y apartar la vista. Pero... ¿puede culparse a una sociedad cada vez más pobre y con mayores dificultades de llegar a fin de mes, de ser feliz?

¿Y los RPG? Pues los juegos de rol también sufren sus enfermedades y poca tolerancia procedente de una sociedad cada vez menos necesitada de fantasía, y más dada a sufrir que a reir. También existen los tornados y las invasiones en el género lúdico de los juegos de rol, aunque esta vez no está siendo un ataque frontal pero sí indirecto, de olvido. Pero no, no nos engañemos, abramos nuestros ojos hacia la realidad, al igual que hacemos con la vida misma, y veamos el cáncer que nos agrede, de dónde surge, cómo nos afecta. Y quizás os sintáis extrañados cuando os diga la principal razón de que se aparte el rol, pero más os extrañará el saber que somos nosotros mismos -los roleros- quienes estamos fecundando dicho olvido.

Aún recuerdo cómo empecé con el ya mítico Hero Quest, y su versión futurista Cruzada Estelar, unos juegos fantásticos que marcaron la puerta de entrada hacia el Dungeons & Dragons. La línea de aprendizaje y de toma de contacto era muy secuencial, muy sencilla de dilucidar, muy clara a los ojos de todos; sin embargo ahora se atraviesa por el marco de los ordenadores, los juegos online, las consolas multi-conexión, y -por supuesto- los numerosísimos juegos de rol paraca estos soportes que inundan el mercado. No, no es es problema que a un rolero le gusten los juegos de rol de PC, pero sí que abandone el juego de mesa por los de ordenador.

Seamos serios, y abarquemos el tema con objetividad, hecho que me costará mcuho, pues como analista programativo, y jugador de numerosos juegos para pc del tema rolero que soy, no es sencillo reconocer que quizás el camino se tuerza. Un juego de rol requiere de imaginación, y vale que en juegos tales al WoW te dejan libertad de acción, y requiere un argumento épico (tocado por la saga FF), y una descripciones bien descritas... sí, muchos juegos reúnen estas características, pero no hasta el punto al cual una buena mesa rolera puede llegar. ¿Juegos libres de acción? ¡Ja!... siempre te obligan a hacer alguna misión, o si no, entienden por libertad "elige una misión de entre las 14 que te ofrecemos". Como ejemplo, uno de los más nuveos que jugué, el Fable, que presentaba a un personaje al que le podías personalizar tatuajes corporales, y peinados, amén de las típicas protecciones y armas; trus acciones iban encaminando al PJ hacia ser un auténtico demonio oi un angelito con mariposas a su alrededor. ¿Realmente hay libertad de acción? Sí, pero dentro de opciones prefijadas. Eso... eso es un juego de rol para ordenador, pero no un juego de rol.

Un buen juego de rol posee la libertad de acción plena, con el mejor argumento, pues lo van constituyendo todos los PJs adheridos, y con unas descripciones que si bien no llegan aser visuales, dejan abierto un largo abanico para que cada cual se lo imagine apoyándose en sus sentimientos de miedo o de locuacidad. De todas formas... ¿a quién voy a engañar? La tecnología es una enorme ola de espuma creciente que avanza de forma incesante, engullendo todo a su paso. O te hundes en la ignorancia o te pones a surfear un rato :D, y y evidentemente es más cómodo para todos estar tranquilamente sentados frente a un ordenador jugando, salvando partidas, viendo escenarios y leyendo y escuchando a los PNJs, que estar en un corro con otros. Sin embargo, nada podrá sustituir a la elegancia y la emoción que una buena partida de rol sobre mesa es capaz de infundir.


Desde aquí, esta estrella solitaria ubicada en su Universo cada vez más estrecho, lanza un canto de salvación para que se pruebe un bocado del arte de los RPG. Conocer no es malo, especialmente cuando se ha de declinar uno, y para tal efecto nada mejor que una buena dosis de horas cerca de tus amigos mientras una historia va sucediendo.

Probad... y si veis que lo otro es mejor, escojedlo. Yo por mi parte, seguiré abrazando al ro lde mesa, mientras dedico alguna tarde a jugar a esos "juegos de PC" que se hacen llamar "de rol".

Muchas de las mejores historias cuentan que todo comenzó haciéndose pasar por otro, siendo aquel al que tanto estimábamos por gloria, por belleza, o por fortuna. Es una forma de suplantarse a sí mismo, que puede deberse a múltiples razones, me doy cuenta, pero que se fundamenta en la mayoría de los casos en desear ser otra persona, simplemente eso.
Más adelante nos adentramos en un juego de niños, un método de aprendizaje según algunos psicólogos, un juego de azar, o un simple entretenimiento. ¿Y la verdad? ¿Cuál es la verdad? De entre todos los mensajes que sutilmente definen al rol... ¿con cuál nos quedamos?. El rol es jugar, esa es la que vale, no lo olvidemos nunca nosotros, los jugadores, y vosotros, aquellos que nos tachais de asesinos y mil y una injusticias más. No tenemos que ser idílicos, pensando que es una realidad alternativa dónde nuestros sueños se cumplen, ni que es una caja de pandora cuyos efluvios hipnotizantes te vuelve sectario; todo ello, y muchas otras descripciones, conforman la biblioteca del saber, mas no el hecho, lo práctico, y es que por jugar bien a un juego nada malo sucederá.

El jugador de rol es el más pobre de todos, el más "víctima", pues todos se aprovechan de él. Ahí lo tienes, con unos dados en su bolsillo, un dado de 6 caras, otro de 10 y otro de 20, aunque últimamente han ido bajando los precios del rolero, y puedes conseguir un jeugo de dados del dragóñn por... ¡¡8 €!! Con razón... unos puñeteros daditos te cuelan un sablazo... pero sigamos fijándonos en él, en ese arqueotipo de jugador de rol, y llegemos con él a su guarida de juego, dónde todos sus compañeros le esperan para empezar a "crear mundos". Abre la carpeta... ¡¡y saca el juego!! ¿cómo entraba ahí todo? ¿no estaba la carpeta medio vacía? Pues no... de ahí saca el juego, una hoja dónde biene reflejado su personaje.
Sí, y ya está... eso es todo, una hoja de su personaje, los daditos y se acabó. ¿Te aprece poco? ¡¡Pero si se ha gastado 8 € en todo eso, sin contar el lápiz, la goma y elc ansancio!!. ¿Quieres más pruebas no?... pues dejemos lo hilarante y entremos con seriedad al mundillo mercantil de los rpg, dónde realmente "se mueve el dinero".

Vamos a tomar un juego derol modelo, uno de los que más se juegue... Dungeons & Dragons por ejemplo (o el ESDLA, que tanto de moda está ahora de repente....) y vamos a una tienda para hacernos "dungeneros". Vamos y pillamos el manual del master, que sino no tenemos ni idea de cómo jugar, no sabemos ni las reglas ni nada. Luego pillamos el manual del jugador, porque... hay que ver cómo son las cosas... estos escritores de manuales tienen tantísima información que darnos que dividen las reglas del master y las del jugador en dos libros distintos. ¡Qué cosas! Pero bueno... no pensemos mal todavía, no saquemos conclusiones de insidia como que lo hacen para ganar más dinero. Ahora que sabemos las reglas, tanto las del master como las del jugador, me encuentro perdido en como crear el mundo. Vale, hay un montón de suplementos y ambientaciones que se venden por separado (obviamente), e imagino que con dos o tres me puedo hacer una idea de cómo es el mundo... ¡ja, nada más equivocado!. Si te quieres hacer a la idea de cómo es el mundo del juego de rol que vas a jugar, una de dos, o te lo inventas, o lo sacas de otro que tengas, porque si empiezas con suplementos, siempre habrá uno nuevo que es necesario. Que si el suplemento (todo un libro fino) que explica cómo es el clima y las regiones, luego el suplemento de los viajes, que explica las costumbres de cada región y los habitantes que hay, luego el suplemento básico de las divinidades que rigen el ámbito, y no nos olvidemos del suplemento del buen personaje, dónde te repiten lo que te decían en el manual del jugador pero sustituyendo la palabra jugador por la de tu disciplina. El mágico abanico de suplmentos es el punto fuerte de las tiendas de rol, pues dada su inimaginable cuantía, y su extrema demanda por frikis, se venden como rosquillas en la puerta de un colegio a la hora del desayuno. :D

Ya llevo comprado el manual del master, el del jugador y algunos suplementos... y ahora viene la gran pregunta de todo master novicio, el problema al que se enfrentan cuando toman la responsabilidad por primera vez. Y esa pregunta es... ¿qué fuerza tiene un troll de las cavernas?. ¿Te ríes?... ¿eres master?, si es así lo entiendo, pero... ¿y si nunca hubieras jugado al rol?. Pero no te creas que esto acaba aquí, no, también para tí, jugador experimentado, tengo una serie de preguntas en las que seguro mostrarás dudas: Si estoy subido sobre una mesa, y mi rival es un troll joven, de quince añitos... ¿tengo bonificación en iniciativa o no?. Vamos a leer el manual... ahá... sí aquí, en la página 67, capítulo Reglas básicas / Parámetros de combate / Sistema de lucha / Iniciativas / Bonificadores... dice así: "En superioridad de altura, un PJ o enemigo poseerá un tanteo de bonificación en iniciativa cada medio metro que le saquemos al contrincante." Vale... está perfectamente descrito, incluso viene un ejemplo de un combate en un pozo entre un elfo con espada ancha y un humano en el suelo con su espada de filo grueso. Pero... ¡espera! ¿y cómo se yo cuánto mide un troll de quince años? ¡Igual mide solo medio metro o mide ya los dos metros! Pues nada... el sabio manual del master te ayuda también en esto, concretamente en las últimas páginas. Sí, en esas en las que te dice otros libros de la colección, dónde te recomendarán que te compres el monstruario, el compendio de monstruos, apra saber de cada bicho y de sus facultades psíquicas y físicas.

Vale... a ver qué tenemos ya comprado; los manuales del master y del jugador, suplementos varios, y el compendio de monstruos. ¿Algo más, por Dios?. Supongo que lo que falta son ya pijotadas, tales como la pantalla del master (siempre he pensado que uno puede hacerse sus propias pantallas de forma personalizada, quedando a propio gusto), daditos de varios colores, y cosas así. Un buen desembolso, pero ya no creas que puedes olvidarte no.... ahora empieza el negocio de verdad, y no me refiero en los módulos de aventuras, que si bien veo necesario que te compres unos cuántos cuando te inicias en el rol, lo veo innecesario más adelante, cuando tú mismo puedes crearte aventuras tuyas propias, quedando a tu gusto y más manejables en su argumento. Me refiero a las modificaciones.No saltan de cuando en cuando con una "segunda versión del juego", sacando un nuevo manual de reglas, uno nuevo de jugadores, nuevas campañas, etc... y obviamente, las campañas antigüas NO PUEDEN usarse con las nuevas, porque de repente las reglas han cambiado tanto que ahora el que tiene bonificación en ataque es el individuo que está abajo, y no el que está encima del pozo. De locos... ¿Qué hacemos, pues? Seguir comprando, el nuevo manual del master, el del jugador, los nuevos monstruos y las modificaciones pertinentes en sus nuevos compendios, y.. ¡claro está!, los suplementos nuevos.

El cuento de nunca acabar empieza aquí, en un mundillo que si aquel chico que apenas tenía unos dados y una hoja hubiera sabido que existía con tanta picardía económica, tanto disfrute efímero, y tan poca oportunidad, igual ni estaría aquí ahora escribiendo estas líneas.