Narraba las aventuras de un sacerdote moderno y de mentalidad abierta en un pueblo donde todos se conocen a todos. El cura intenta ser como el mítico "padre Camilo", bondadoso con todos, permitiendo a los más pequeños patinar en la sacristía de suelo liso al no tener fuera pista alguna donde hacerlo, y comprometiéndose así ante la junta del obispado si le pillan, por ejemplo.
Las personas más mayores del pueblo le verán como alguien no apto para el cargo, e intentarán minarle su "carrera", mientras que los más jóvenes, con ideas preconcebidas de lo que es un sacerdote, no lo aceptarán en su círculo fácilmente. Sin embargo, con buen corazón y sobre todo muchas escenas de humor real (escenas posibles en la vida real aunque con diálogos exagerados para provocar la risa), las situaciones irán abriéndose paso para dar lugar a a seguir hacia delante.