El instituto madrileño Zurbarán recibe a los nuevos profesores, que tendrán que convivir día a día con alumnos de todo tipo, con problemas reales que ilustrarán lo que pasa día a día. Los estudiantes intentarán reflejar con sus casos la sociedad juvenil de entonces, sus preocupaciones y pareceres y cómo las van resolviendo, ayudándose con los profesores más cercanos, con la familia o con los colegas de aula.
Se mezclan momentos de humor escueto con momentos dramáticos continuados de amores y desamores, enfermedades, meteduras de pata, y en general, todo aquello a lo que un joven estudiante está expuesto: pequeñas gamberradas que pueden llegar a ser mayores.
Los estudiantes irán progresando en su vida y estudios, algunos quedándose en el camino y otros prosperando con esfuerzo y tenacidad.