La serie trata sobre la vida de Borja Pérez, un basauritarra al que le suceden desventuras y situaciones graciosas cada semana. Durante las tres primeras temporadas, emitidas a través de Internet, Borja Pérez cuenta su vida a los espectadores fingiendo que está grabando un videolog cada domingo.
Según uno de los creadores, Rubén Ontiveros, el atractivo de la series reside en que “estamos acostumbrados a ver películas de superhéroes, de gente que le suceden cosas extraordinarias, de ganadores, de personas que superan los problemas y triunfa… pero la vida no es así. Borja representa un poco de todos nosotros, es un perdedor al uso, con el que todos en algún momento nos podemos sentir identificados.
Durante los primeros episodios se quiso dar la sensación de que lo que el espectador veía era la vida real de una persona. Para apoyar dicha ficción, en ocasiones la cámara grababa desde ángulos extraños, como si estuviese escondida para captar una escena, o nos mostraba cosas que Borja no quería que viésemos. Posteriormente, sobre todo a partir de su emisión en televisión, se juega con la idea de que realmente es un producto de ficción, por lo que algunos capítulos se desarrollan en el plató, pero viéndose las cámaras, los focos e incluso a personal técnico. También hay episodios en los que ocurren sucesos fantásticos, como viajes en el tiempo, magia, vórtices espaciales, etc. Sin embargo, estos capítulos son excepcionales. Durante las primeras temporadas, la serie poseía una continuidad bastante fuerte. El formato televisivo ha hecho que la trama avance mucho más lentamente, que algunos personajes protagonistas pasen a ser secundarios o simplemente desaparezcan (Nuria e Izaskun han perdido protagonismo, mientras que Laura ha desaparecido totalmente), mientras que otros nuevos han aparecido (el padre de Borja, José Luis, Verónica y Sara).