Finales del siglo XVIII. La vida de William Wilberforce, un brillante y carismático político británico de tan solo 21 años, experimenta un giro cuando conoce a un antiguo esclavo. Por primera vez es consciente de la desalentadora realidad de la esclavitud. A partir de entonces se convierte en la voz pública de los Abolicionistas, librando su particular cruzada para frenar el comercio de esclavos del Imperio Británico.