Puede parecer algo copia de los míticos Holmes y Poirot pero realmente es un nuevo punto de vista en manos de un tenso y continuo tejemaneje en la mente de un hombre racional y decidado a ser detective, pero que por otra parte se debe a su religión. Fe contra razón, una combinación que muchas veces le abrirá puertas y otras tantas se las cerrará de forma inequívoca, pero con un buen escenario y un buen montaje de personajes que se van sucediendo, se forma esta novela de amplia cobertura de gustos.

A mí, personalmente, me resultó cercana, muy absorbente y dedicada al lector, con amplias descripciones y meticulosas ardides a la hora de describir los pormenores de los casos. Y el detective con un carisma único que lo hace muy especial.