El Gran Maestre
Thronar así se llamaba el joven que desde pequeño solo había tenido un sueño, uno irrealizable le decían todos los conocidos, uno que jamás se cumpliría le decían en su casa, casa de humildes granjeros, su único destino, o eso decía su padre era el de labrar la tierra y con suerte encontrar una buena mujer que le diera muchos hijos o hijas para que le ayudaran en sus tareas de recolección o plantación. Pero él sabía que no era así, el sabía que su destino no era ese, lucho por conseguir su sueño.
En los tiempos en los que era un niño de no más de doce años las guerras asolaron el reino de Hastiria, los barbaros del norte, los conocidos como los Furths asesinos sin piedad que no dejaban nada de las culturas que tomaban por la fuerza se fijaron en su reino y en los cuarteles del reino se pedían voluntarios para las batallas. El un simple hijo de granjero se alisto a escondidas con la milicia y poco a poco sin prisas pero sin pausa fue ascendiendo en el ejército del rey.
Fue en la batalla de los páramos donde los capitanes vieron a un joven ya de dieciocho años combatir al mando de una pequeña escuadra de milicianos, fue allí donde el príncipe Airion vio como un joven casi de su edad se batía sin miedo a una hueste de enemigos, vio como los hombres le seguían sin titubeos, como aun sabiendo que eran un señuelo para los arqueros de la compañía real se lanzaron al ataque sin preguntar el porqué o sin quejarse, vio a su futuro gran maestre, a un futuro caballero a su mejor amigo…
Después de la gran guerra contra los barbaros del norte Airion mando llamar a Trhonar y a su compañía de milicianos y aquí…es donde empieza la historia, aquí es donde empezare a relatar sin más resúmenes, para que el lector pueda saber que paso después de aquellas batallas, que ocurrió en los tiempos que vienen después de una gran guerra.
Pues hay veces que no son las guerras las que debilitan los reinos o a los reyes, si no los tiempos de paz, los largos periodos de tiempo en los que los soldados, caballeros, reyes y personas que dieron todo en batallas están parados sin poder combatir. Y en esos tiempos, se debe de cuidar con mayor tesón y mayor convicción el honor, la lealtad, la amistad y los principios de todo caballero.
1.- El principio del fin
El sabia que nunca debió de ser así, en el fondo de su alma sabía que no debía de haberse dejado llevar por lo que sentía hacia ella, pues eso significaba traicionar a su rey, a su dios y muchos de los ideales que el juro defender cuando fue nombrado caballero del reino de Hastiria.
Paseaba de un lado a otro mirando a través de los ventanales, se fijaba en como las hojas de los arboles de los jardines caían al suelo, como el manto primaveral antes verde por el césped y arbustos ahora se convertía en un gran acolchado de colores tostados y amarillos, el otoño, el otoño había empezado a principios del mes de Octubre, Trhonar estaba nervioso pues sabía que había contradicho una orden de su rey, una orden que había sido clara y sencilla, una orden que él como ser humano no había podido cumplir. Sabía que sería castigado, pero no importaba había cumplido con lo que creía era correcto, con lo que le había dictado su corazón y su…forma de entender los códigos de caballería.
Volvió a encararse con la ventana y con su enemigo el cristal, tardaba demasiado, ella había pasado primero a hablar con el rey, con su amigo Airion, pero no debía de haber sido así, el debía de haber pasado primero, la culpa era de el no de ella, apretó los puños y se hizo daño al sentir el metal de los guanteletes clavarse en las palmas de sus manos, golpeo con rabia la pared de dura piedra y el ruido de metal contra piedra se convirtió en su único acompañante en esa estancia vacía de todo ser humano.
La doble puerta de madera se abrió poco a poco y uno de los criados del castillo asomo su cabeza, miro en la dirección en la que se encontraba el caballero y le hizo un gesto para que entrara en la sala del trono, el asintió y sin titubear marcho con paso firme hacia la sala en la que le esperaba seguro un castigo por su desobediencia.
La sala como siempre le impresiono, los tapices colgados en ambos laterales de la estancia, las grandes columnas que sostenían el techo de la sala, columnas en las que había grabados a cincel los rostros de los reyes, rostros que estaban mirando todos hacia el centro de la sala para que la persona juzgada sintiera como no solo el rey actual le hablaba o miraba, si no que sintiera como todos los grandes reyes del pasado le miraban y juzgaban también, Trhonar ando con un paso menos firme en esta sala, miro hacia el frente sin agachar la cabeza y se volvió a maravillar con el trono fabricado en los preciados robles de los reinos elficos, volvió a mirar con asombro los pedestales de detrás del trono en los que se encontraban las armas y armadura del rey forjada por los señores enanos de las montañas.
Y por fin…se encontró con las dos miradas, una llena de arrepentimiento y la otra con una mezcla de decepción y de comprensión, Thronar se quedo mudo ante la presencia del rey y de la que en un día fue la reina, solo pudo hincar una rodilla en el suelo y ofrecer su espada al rey, espada que le había sido entregada hace ya varios años por el mismo Airion cuando aún era príncipe, cuando aun el peso de la corona no lo había hecho envejecer tan deprisa.
- Os he fallado mi señor, he incumplido una orden directa- dijo Thronar alzando aun mas su espada.
- Airion miro al que era su gran maestre- ¿Por qué no hiciste caso a mi orden caballero? ¿Por qué oponerte a ella sabiendo que era lo mejor para el reino? Sabiendo que era lo que evitaría una guerra.
- Mi señor, no podía entregar a mi reina a unos barbaros, no podía dar una vida humana inocente a esos seres, lo siento.
- Ella acepto su destino ¿Por qué tu no? Maldita sea Thronar, en todas las decisiones que me podías haber llevado la contraria es en esta en la que más me duele que lo hayas hecho.
- Thronar miro a Myriel, esta se acerco y recogió la espada- Mi rey, el será el que me lleve de nuevo a los barbaros, el que me rescato será el que me entregue de nuevo, pero no le castiguéis, pues el actuó guiado por su corazón lleno de nobleza.
- Airion miro a la que fue su mujer- ¿pero tú entiendes porque lo hago?- dijo con una voz temblorosa- entiendes que no tengo otra elección.
- Luchar mi señor, volved a empuñar esas armas, volved a vestiros con esa armadura y yo os conduciré a la victoria- dijo Trhonar- puedo hacerlo, podemos volver a vencer.
- No Trhonar se acabaron los tiempos de guerra para mi reino, perdimos demasiados hombres, perdimos a gente inocente y nos costó mucho levantar de nuevo el reino, no dejare que la soberbia de los hombres el orgullo nos lleve de nuevo a la guerra.
-¡Preferís sacrificar la vida de una inocente¡ ¡la vida de vuestra reina¡ de…mi reina- dijo levantándose el caballero.
- Así es…y créeme me duele más que a nadie…y ese será tu castigo, pues aunque mi reina no lo sepa me ha dado el castigo que más daño te hará el entregarla de nuevo a ellos.
- ¿Y si me niego?
- Entonces otro lo hará y tu serás condenado a muerte…- Airion se dejo caer sobre el trono- no os pido que me entendáis, no os pido que me apoyéis solo os pido que cumpláis mis deseos hasta ahora nunca he traído ningún mal sobre mi pueblo y así seguirán las cosas.
- Miryel acaricio el antebrazo tembloroso por la ira de Thronar y le sonrió- Vamos…no abra mas honor que el ser llevada por ti ante mi destino.
- Trhonar miro hacia el trono y asintió a la que era su reina- Así se hará, pero no esperes mi regreso mi rey, pues yo no sirvo a alguien que no es capaz de combatir por lo suyo como lo hicieron los demás reyes.
Por primera vez las miradas de los reyes no estaban sobre el acusado si no sobre el rey actual, por vez primera no era el acusado el que se sentía carente de honor y de vida si no que era el propio rey el que se sentía acosado y vacio, miro hacia las columnas y se estremeció, pero la decisión estaba tomada ya no había marcha atrás, no la había y no la daría.
Comentarios de los pobladores
Escrito el 24/12/2010
Vampiro plebeyo (2879 PGS)
Aventurero Solitario
Muy buen inicio de una saga que promete... buena redacción y buen guión, sí señor.
Escrito el 27/12/2010
Siempre me han gustado este tipo de relatos, con muchos ingredientes de acción y diálogo, donde se ve movimiento. Muy buena parte Airion, me gusta tu toque.
Escrito el 29/12/2010
Bandido (2900 PGS)
Aventurero Solitario
Haces muy buen uso de los diálogos, aunque no hay que despreciar las descripciones, que tanto ubican al lector en las diferentes situaciones. Un escrito que me resulta relevante y con una muy buena pluma detrás.
Para poder escribir en los foros, debes registrarte como poblador en la web.
Es gratis y nunca te pediremos nada, prometido :)