Amor imposible (VI)
14.- La carga.
A una orden seca los ballesteros lanzaron su lluvia mortal de virotes de hierro, estos atravesaron las ligeras cotas de cuero que portaban los defensores elficos, pero las saetas lanzadas por los arqueros elfos también hicieron mella en la ya mermada infantería humana, el momento del choque se acercaba y los ballesteros solo habían descargado una sola vez.
-El combate cuerpo a cuerpo será mas igualado contra mas ballesteros queden en pie, pues al igual que los elfos el manejo de la espada o la daga no es su fuerte-pensó Dalamar.
Tal vez los dioses se apiadaron de los elfos, pues no hubo mas lanzamientos de virotes y los dos ejércitos colisionaron, entre gritos de guerra, retos y dolor. Por un lado la infantería humana luchaba con Dalamar y algunos que habían seguido al valiente semielfo y sus capitanes y por el otro luchaban los ballesteros y la restante tropa elfica. El combate no se decantaba por ninguno de los dos lados ya que los ballesteros debían de recargar las armas y eso les hacia perder un tiempo precioso que los elfos aprovechaban para machacarlos.
Dalamar buscaba al hombre que había dirigido la carga de infantería o al menos buscaba al líder de esa chusma, sabia que si alguno de sus compañeros se enfrentaba a el caería sin remisión y Dalamar buscaba el menor numero de bajas posibles porque después de luchar contra infantería y ballesteros quedaba la peor parte…la caballería y Dalamar los necesitaba a todos vivos y al cien por cien.
Espada contra espada era la música que se escuchaba en aquel claro y los coros eran los gritos de los moribundos, una sinfonía mortal que amedrentaría hasta al mas valiente pero Haron disfrutaba con ella, sus subordinados sabían que la caballería no entraría en acción hasta que la infantería y sus demás hombres cayeran o se retiraran pues la estrategia de este hombre era debilitar a sus rivales con infantería y ballesteros y después lanzarse a por todas con la caballería…..una estrategia poco escrupulosa pero una estrategia que le había dado lo que el ansiaba…..victorias.
Las espadas entrechocaban y Dalamar sesgaba vida con su espada, su brazo diestro le empezaba a arder y aun no había encontrado al humano que dirigía la carga de la infantería. Cerca de él vio como un pequeño círculo de armaduras negras resistía los envites de las tropas elficas, y en el centro de ese pequeño circulo un hombre dando voces y gritos. Un hombre….un cobarde que no sopesaba riesgos para el si no para su guardia personal.
Debemos de acabar con el-dijo Dalamar a uno de sus capitanes a la par que paraba una espada que iba destinada a sesgar la cabeza de este.
Lo se mi señor-dijo el capitán, los dos estaban cubiertos de sangre, su cota de cuero de colores claros ahora era de un color rojo un color que nunca desaparecería del alma de los supervivientes ni de las armaduras.
Debemos de darnos prisa antes de que manden a la caballería, acompáñame- le dijo a la vez que desarmaba a un humano y le propinaba un golpe seco en la cabeza con la parte de la empuñadura de su espada.
El capitán asintió – mi señor nos lanzamos a por un núcleo de espadachines perfectos, la habilidad de mis soldados no valdrá para acabar con ellos, será un suicidio.
Lo se capitán, pero debemos de hacer que se obre un milagro-dijo el semielfo mirando al cielo.
Un cielo que estaba empezándose a encapotar, un cielo que aquella mañana había amanecido azul y despejado y que ahora con el transcurso de las horas y la batalla se estaba convirtiendo en gris y lleno de nubes de malos augurios. Los elfos lo sabían pues entendían o por lo menos intentaban entender el cambio de estación, el cambio de temperatura, el cambio lluvia a Sol….querían controlar todo lo natural, querían poder coexistir con la naturaleza…ser sus hermanos.
La lluvia comenzó a caer…comenzó a caer sin previo aviso….sin previo aviso como la forma de llegar esta batalla, el campo cubierto de cuerpos mutilados tanto de hombres como de elfos, se convertiría dentro de poco en un lodazal….lleno de sangre, lagrimas, agua y barro….
Dalamar sabia que debía de darse prisa, esto por una parte le beneficiaba y por otra le perjudicaba, sabia que los caballos se moverían mas difícilmente si llegaban a cargar pero por también dificultaría el movimiento de sus hombres a la hora de huir, pues no es lo mismo huir sobre terreno embarrado que sobre un terreno seco- capitán de la guardia negra, soy Dalamar dirigente de los ejércitos elficos, te reto a un combate singular-grito el semielfo.
La batalla paro en torno al retado y el que había lanzado el reto- no me batiré con una escoria inmunda como tu mestizo-grito el capitán, dejando al descubierto su rostro.
Dalamar no podía creer lo que veía…..debajo del yelmo negro apareció una cara llena de cicatrices, pero no una cara humana o elfa ni tan si quiera era una cara semielfa, si no una cara deformada, una cara que no tenia piel….la cara de un muerto en vida, la cara de un ser que habiendo caído en los dulces brazos de la muerte había vuelto a revivir o ser revivido- la muerte convierte en cobardes a los que en vida fueron valientes ¿no?-dijo Dalamar- ¿ o es que acaso tus huesos sin músculo no saben lo que es manejar una espada?
Te arrepentirás de lo que has dicho sucio engendro, nacido de una violación-dijo el capitán humano, que saliendo del circulo de guardias desenfundo su espada y se puso en marcha hacia Dalamar.
15.-El duelo.
Dalamar esperaba a su contrincante en el centro del claro, la lluvia caía con mas fuerzas y truenos y relámpagos caían por doquier, las armaduras metálicas de los atacantes atraían la furia de los elementos meteorológicos y hacían que muchos de ellos cayeran fulminados por algún trueno o rayo de la tormenta, los elfos no salían mejor parados pues la onda expansiva de estos los hacían caer aturdidos y ese momento era aprovechado por los soldados enemigos para rematarlos.
Pero la batalla ceso, pues los dos dirigentes entrechocaron sus aceros, la vaina blanca elfica que colgaba al costado de Dalamar brillaba como el Sol, era lo único puro que había en aquel lugar, pues el cielo estaba encapotado, el suelo lleno de barro y sangre mientras que la cimitarra negra del no muerto se alimentaba de esa oscuridad.
Los dos contendientes cintaban y andaban en círculos, amagaban golpes y entrechocaban las espadas, se veía que estaban estudiando a su oponente.
¿Cómo acabar con un no muerto?- pensó Dalamar- ¿Cómo matar a alguien que ya esta muerto?
Una voz conocida por el semielfo le susurro el secreto- la espada debe de atravesar el impuro corazón, pero cuidado con su toque pues helado como la muerte es.
¿Debo atravesar su corazón sin tocarle? Imposible-se dijo así mismo el semielfo.
Debes de creer en ti mismo Dalamar-le susurro la voz.
El entrechocar de las espadas volvió a la actual situación al semielfo y no era muy halagüeña para el, pues se estaba agotando….entre la lucha anterior y esta pronto acabaría a la merced de aquel engendro oscuro. El tiempo pasaba y las espadas no cesaban en su danza los cuerpos no dejaban de moverse y esquivar tajos dirigidos a las partes mas débiles.
Fue Dalamar el que primero recibió la herida, el no muerto lanzo una estocada fácil de parar que Dalamar esquivo sin problemas, pero de su bota saco una daga que clavo en el muslo del semielfo, este hinco la rodilla en el suelo y recibió un brutal golpe en el rostro con la parte de la empuñadura de la espada. Al levantar su cara sintió como su sangre y el barro recorrían su rostro, escupió al suelo ya cubierto de sangre la suya propia y miro con odio a su adversario.
Veo que solo sabes hablar semielfo, pues este campo en el que la muerte se ha hecho fuerte será tu tumba, no has sabido llevar a tus soldados a la victoria-dijo el no muerto.
Dicho esto levanto la espada dispuesto a dar muerte a su adversario, pero una flecha surco el campo de batalla y se clavo en el brazo de la espada del no muerto- jamás acabaras con nuestro comandante-dijo Iolos desde donde había disparado su arco.
El no muerto rugió de rabia y lanzo la daga al pecho del joven semielfo- esto es lo que les pasa a los que se interponen a mi voluntad-dijo el no muerto.
La cara de Iolos paso de la alegría por haber salvado a la sorpresa y el dolor, pues la daga se había ensartado en su pecho, los soldados elfos que había cerca de el se acercaron a el para intentar salvarle pero era tarde el valiente elfo había caído ante el poder del no muerto- Iolos- grito Dalamar y agarrando la espada se lanzo sobre su adversario.
Dalamar jamás podrá explicar lo que hizo ni lo que paso pues su estado era de ira y de dolor, pero al abrir los ojos se encontró encima del no muerto golpeándole la cabeza con la parte de la empuñadura de la espada, el rostro y la cabeza del engendro estaba convertido en puré, Dalamar recordó lo que le dijo la voz y levantándose alzo la espada y de un tajo directo la lanzo contra el corazón del no muerto. La espada atravesó la coraza y la poca carne putrefacta que quedara en el cuerpo de aquel ser…..un grito salido de las profundidades de la tierra y la espada de Dalamar se rompió en mil pedazos.
Tanto elfos como humanos jamás olvidaran aquel grito, un grito de dolor y de ira un grito que atormentara a los mas valientes que sobrevivan a aquella batalla recordarían en pesadillas cada noche de su vida. Las tropas ataviadas con coraza negra al ver caer a su adalid, al mas poderoso de los que allí habían se lanzaron a la huida, ni el comandante mas brutal hubiera echo que no salieran en desbandada hacia la protección de sus compañeros de armas.
Los elfos comenzaron a festejar una victoria que no había llegado y un pequeño circulo de estos estaba alrededor de Iolos, Dalamar miro hacia aquel lugar y se acerco lentamente hacia Iolos, sabia que le quedaba poco para morir….las lagrimas poblaban sus ojos y caían por su rostro….la sangre y el barro que había en su cara era limpiado por las lagrimas que salían de sus ojos almendrados.
Ha caído-dijo uno de los elfos.
Le queda poco de vida- le dijo uno de los capitanes ha pedido hablar con Dalamar el Geronteh.
¿Qué quiere decir eso?-dijo Dalamar.
El que mato al no muerto-dijo otro de los allí reunidos.
Si no hubiera sido por el hubiera sido el que fue muerto por la sombra-dijo el.
El semielfo llego cerca de Iolos y se arrodillo a su lado- ¿ganamos?-pregunto.
Este asalto si-dijo el semielfo- ¿porque no cumpliste mi orden?
La cumplí, los arqueros están colocados-dijo sonriendo- quería estar al lado del mas valiente de todos los comandantes a los que he servido-dijo mientras pos su boca salía un hilillo de sangre.
Maldita sea….-Dalamar se arrodillo y cogió la mano de Iolos- no puedes dejarte morir muchacho aun te quedan muchas batallas por ganar, muchos bosques que ver y muchas elfas a las que robar el corazón.
Iolos sonrió, sus dientes ya no eran de un color blanco puro si no de un color rojo- las elfas…..las encontrare junto a Paladine, los bosques…..no serán de árboles y hierba sino de estrellas y de lunas y las batallas….he ganado esta que es la mas importante….ahora –dijo apretándole fuertemente la mano- gana la guerra por mi-dijo Iolos- prométemelo.
Lo….prometo-jamás sabrá si oyó su promesa ya que callo muerto en el momento en el que pidió la promesa a Dalamar.
Dalamar cogió un retazo de tela de las vestiduras del muchacho y se lo ato en su brazo para acto seguido coger la espada que portaba en su vaina, para remplazar a la suya rota la dar muerte al no muerto, beso el filo y haciendo un gesto solemne dio la espalda al cuerpo de Iolos.
Debemos de introducirnos en el bosque, Haron no tardara en enviar a la caballería y aquí somos blanco fácil.
Todos los elfos se introdujeron poco a poco en el bosque recogiendo a los caídos, una pequeña comitiva alzo a Iolos y lo portaron al bosque que lo vio nacer.
16.-Preparativos para la batalla.
Tal vez elfos y humanos no se llevaran bien, tal vez no confiaran los unos en los otros…pero en esta ocasión, en esta ocasión iban a luchar codo con codo, espada con espada y flecha con flecha. Una humana ataviada con una armadura elfica….algo que jamás un elfo de pura sangre hubiera ni siquiera soñado ver.
A su lado un centenar de elfos…todos padres de familias y granjeros…unos personajes que jamás se hubieran imaginado en una situación como esta, eran personas que se dedicaban a labrar campos y moldear la naturaleza a su antojo, personas que se dedicaban a entablar relaciones con la naturaleza y cuidar de sus familias, de su raza y de la naturaleza y ahora….ahora se veían siguiendo a una humana hacia un destino incierto. Una humana a la que habían vestido y armado una humana que iba a luchar por su pueblo….por un pueblo que la despreciaba y envidiaba a la vez.
¿Qué porque la envidiaba? se preguntara el lector, simple, porque un ser humano vive cada segundo de su vida como si fuera el ultimo, persigue unos sueños aunque rayen lo imposible y lucha por todo lo que desea, pues sabe que si no aprovecha un solo segundo de su existencia pues sabían que seria una gran perdida, ellos podían elegir entre el bien el mal y mantenerse neutrales, no se les exigía ser castos, puros y del todo servidores de la luz. Era algo que ningún elfo podía tener ya que sus vidas se consagraban desde que nacían hasta que su luz se extinguía a servir al bien y ha vivir su vida a veces como una carga.
La muchacha los había colocado en la entrada de la aldea armados con arcos y flechas y a sus druidas los había colocado frente a la puerta. Era un espectáculo digno de ver, una muchacha con una fina armadura de cuero que la cubría todo el busto y parte de la pierna y un grupo de druidas elfos acompañados por sus bestias y pos sus poderes. El plan era sencillo, si el enemigo lograba llegar hasta la ciudad ellos servirían de cebo y los elfos colocados con arcos se encargarían de hacer que las fuerzas del enemigo llegaran mermadas al centro de la ciudad donde estaban los druidas y la muchacha con su espada desenfundada.
Dalamar y sus hombres entraron en el bosque y dejaron seguir a la comitiva de elfos que llevaba en brazos a Iolos, estos tenían orden de llevarlo a la ciudad donde seria enterrado como se correspondía a un héroe. Dalamar miro a los árboles y vio a muchos de los suyos preparados para disparar a la caballería humana.
Sonrió- Capitán ¿sus hombres están preparados?
Si señor, tenemos las picas a punto, pero no se si accederán a hacer lo que demanda. Los elfos y la naturaleza somos uno….no mataran a un caballo si no les va la vida en ello- dijo el capitán enfundando su espada y agarrando la pica que le ofrecía uno de sus subordinados.
Lo se…yo tampoco estoy muy orgulloso de esta técnica de combate…pero no tenemos otra, si no lo hacemos caeremos bajo los cascos de la caballería-dijo Dalamar masajeándose los ojos con sus dedos índices.
Preparad las picas-grito el capitán- haced lo que se os ordene….aunque creáis que no es correcto, hay veces que debemos de hacer un mal menor para evitar un mal mayor.
Los elfos se miraron entre ellos con dudas un murmullo se elevo en el ambiente, ¿Qué deberían de hacer para que el capitán les dijera aquello? ¿Qué les pedirían sus oficiales hacer?
En la mente de los elfos dejo de haber preguntas pues el suelo iba temblando mas y mas la respiración agitada de los caballos se oía cada vez mas cerca. Un explorador elfo entro corriendo el radio de visión de los elfos agitando los brazos.
Ya están aquí, ya están aquí- gritaba el muchacho, nunca llego a reunirse con sus compañeros pues una flecha atravesó el pecho del muchacho.
Los elfos vieron caer a sus soldado y miraron expectantes a la arboleda, de detrás de los árboles comenzaron a aparecer caballos negros con sus correspondientes jinetes azabaches…..la verdadera lucha daba comienzo ahora.
A una orden de Dalamar los arqueros elfos descargaron una ráfaga de flechas que impactaba en las armaduras de los jinetes como si de mosquitos se tratasen, tanto armaduras como escudos hacían bien su función, solo alguna flecha desviada que se clavaba en la montura de los jinetes hacia perder el equilibrio a estos y caer al suelo…una vez allí era difícil que se levantaran debido al peso de la armadura, pero pocos cayeron así pues los elfos no dañarían al animal si no fuera estrictamente necesario.
La caballería se acercaba al grupo de a pie y Dalamar intento explicarles el plan lo mas rápido posible, debían de hacerlo, debía de conseguir convencerles de que derribaran al caballo para hacer que los jinetes tuvieran que luchar a pie o dejarles indefensos tumbados en el suelo, debían porque…..era su única oportunidad de sobrevivir a una masacre.
Bien….-carraspeo Dalamar- como ha dicho vuestro capitán hay veces que se debe de hacer un mal menor para evitar un mal mayor, habéis confiado en mi en toda la batalla…ahora os pido, os ruego, como lo aria un hermano pequeño a un hermano mayor para que le enseñe a tensar el arco y a disparar, os ruego que empuñéis esas picas y las plantéis en vertical delante de vosotros…esto ara que los caballos tiren al jinete al suelo y sea mas fácil la lucha.
Pero eso herirá o matara al caballo-dijo uno de los lanceros.
Así es…-dijo el capitán- pero no tenemos otra oportunidad para sobrevivir, después de la batalla…si resultamos vencedores enterraremos a nuestros hermanos ecuestres.
¿Estáis con nosotros? Soldados, caballeros, mis hermanos – dijo Dalamar gritando- por Paladine muerte a la marea oscura y vida para las colonias verdes.
Muchos de los elfos unieron sus voces a las de Dalamar y su capitán y colocaron las lanzas como les habían ordenado, en cambio otros simplemente se colocaron en la retaguardia esperando a que sus compañeros hicieran el trabajo sucio- ahora-grito Dalamar.
La caballería estaba casi delante de ellos, pero no esperaban una defensa así, no de los elfos y les pillo desprevenidos, las picas entraron en la carne de los caballos y los jinetes salieron disparados al suelo, si no era por las heridas a los caballos los jinetes caían al encabritarse estos y ponerse en dos patas. Haron no se esperaba esto…no daba crédito a lo que veía. Sus hombres caían al suelo como tortugas, esas armaduras eran fuertes y resistentes forjadas por enanos y utilizadas por estos para el combate cuerpo a cuerpo pero a pie no a caballo, Haron renegó y se acerco a uno de sus hombres de su guardia personal.
Haz que sus armaduras no pesen Jiol-le dijo Haron en tono autoritario.
Jiol era un semiorco, nacido entre orcos y criado entre chamanes de este tipo, sabia magia pero lo que mejor se le daba era el combate cuerpo a cuerpo y el asesinato, como semiorco que era había heredado partes de ascendencia humana y orca, de orco conservaba el basto cuerpo y los rasgos faciales, de los cuales podemos destacar sus dos enormes colmillos y un color verduzco en la piel y de ser humano la inteligencia y la frialdad, pues jamás se dejaba llevar por sus instintos primitivos y asesinos era calculador y frío- así lo are mi señor- alzo los brazos y mustiando unas palabras que nadie jamás hubiera entendido señalo al campo de batalla y cerro los ojos.
Sabia que hacerme con la confianza de un chaman seria buena idea- pensó Haron.
Los soldados se iban levantando del suelo de uno en uno al principio y en mayor cantidad, conforme pasaba el tiempo y se daban cuenta de que sus armaduras no pesaban. En poco tiempo la mayoría de los soldados caídos se levantaban con el escudo y la espada prestos para el combate, una voz poderosa inundo el paraje, una voz que Dalamar conocía demasiado bien.
Ahora acabad con estos indeseables que han acabado con la vida de vuestros compañeros, luchad y asesinad, matad no os midáis ni por códigos ni por honor, matar ya sea por la espalda o por delante y si piden piedad dadles la piedad de la mas lenta de las muertes a ellos marea negra- dicho esto hizo que su caballo se pusiera a dos patas y dio un grito de guerra, el chaman semiorco se quedo a su lado callado y esperando ordenes.
Los elfos lanzaban mas y mas flechas, los soldados caían pero mayores eran las perdidas en el cuerpo a cuerpo elfos contra humanos, estos últimos acostumbrados a las cortas distancias acababan con sus rivales mas rápidamente, Dalamar al ver esto tubo que tomar una decisión, pues no podía perder mas hombres, no….
A la ciudad-grito el semielfo- arqueros, tropas de a pie nos resguardaremos en la ciudad, allí se dará la ultima batalla.
Los elfos no se lo hicieron repetir dos veces al semielfo y se lanzaron en desbandada hacia la aldea, recogiendo a los heridos y dejando a los caídos. Ellos sabían que dejar a los caídos no era lo correcto pero en esta situación ¿Qué mas podían hacer?
Silvara estaba nerviosa, se colocaba la armadura una y otra vez y no dejaba de mirar el mango de su espada, era la primera batalla que iba a disputar, aquí no estaría Dalamar, ni nadie que la dijera que todo iba a salir bien, no contaría con sus criados ni con sus fieles soldados, esto no seria un libro en el que se podría saltar las paginas en las que la gente moría, era herida o las familias lloraban a sus muertos…era la realidad, si caían aquí todos…..mujeres, niños, ancianos…..todos caerían por haber venido dos forasteros a pedir ayuda….
No-dijo para si misma- no dejare que esta gente sufra por nosotros, prefiero morir yo a traer la desgracia a este lugar- agarro el mango de la espada hasta que los nudillos de sus manos se quedaron blancos y escucho a uno de sus exploradores.
Lady Silvara, ha llegado una comitiva del frente con un soldado caído, hablan de la caída de uno de los generales del ejercito enemigo, de una sombra….hablan de que Dalamar ha ordenado que se reagrupen en el bosque para luchar con la caballería enemiga.
Debemos de prepararnos, tardaran poco en llegar-dijo Silvara.
Así se ara lady Silvara- haciendo una reverencia se dispuso a marchar- mi lady.
Si
¿Qué hacemos con el soldado caído?-pregunto el semielfo.
Llevadlo ante los sacerdotes de Paladine, ellos le darán una sepultura digna.
Así se ara mi señora- haciendo una reverencia se marcho y dejo a Silvara con los druidas- debemos de estar preparados, no tardaran en llegar. ¿De que hechizos disponéis nobles druidas?
Mi señora….mi nombre es Aaron, soy uno de los mas avezados discípulos de Treox, controlamos a la madre tierra y al padre aire, pero no solo en aspecto defensivo…en aspecto ofensivo….lo único que podemos hacer es mutar nuestro cuerpo de elfo a cualquier animal del bosque…no utilizamos ni armas ni escudos ni armaduras.
La muchacha se quedo observando a aquel muchacho, era un elfo joven…¿joven? Y que sabia ella lo joven que era, seguramente la sobrepasaría en edad, alo mejor, no en el físico pero si en su interior. El cabello de un color verde claro le llegaba a la nuca, sus ojos de un color marrón avellana indicaban una sabiduría poco normal para un cuerpo tan joven, las túnicas de los druidas eran de un color verde bosque, para que estos fueran confundidos con arbustos y no encontrados por los seres indeseables y ser ellos los que encontraran. Su cuerpo era escuálido, demasiado delgado para ser un guerrero y mucho menos demasiado delgado para coger la fuerza de un ser de la naturaleza.
Perdona mi ignorancia Aaron, pero ¿Cómo es posible que de un cuerpo tan normal tirando a frágil, pueda coger la fuerza de un animal del bosque?-pregunto Silvara.
Mi señora, no me habéis entendido, no es que tomemos su fuerza si no que nos convertimos en esos animales, vera-dijo el semielfo.
Unas extrañas palabras brotaron de la garganta del druida, poco a poco una luz amarillenta envolvió al enjuto elfo, sus delicadas manos se transformaron en duras zarpas, sus pelo largo y liso paso a ser un pelaje marrón intenso, su espalada se encorvo y su tamaño se duplico por tres. Paso de ser un elfo a ser un oso, un oso que podría vencer sin duda al ejercito que se aproximaba.
-¿Cuántos? ¿Cuántos de… hacéis ….eso?- pregunto la humana.
-¿Qué cuantos podemos hacerlo?- dijo el elfo transformado en oso- pues casi todos los druidas, pero no todos en oso, también hay algunos que se transforman en aves, alimañas, peces….o incluso insectos.
-Entonces….¿no podríamos contar con la fuerza de los osos?
-No mi señora, osos ….solo los mas avezados podemos convertirnos en ellos. Luego están los linces, los lobos, las ardillas, los ratones, halcones y por ultimo todo tipo de insectos…es como si dijéramos una orden jerárquica….según vas subiendo de nivel vas subiendo de grado de animal.
Esa respuesta desanimo a la muchacha, pero en la oscuridad de pensamientos apareció una pequeña luz- Aaron tráeme a uno de tus hombres que se pueda convertir en ave o en cualquier animal pequeño y de difícil detección.
¿Qué pensáis hacer?-dijo Aaron.
Te lo explicare en su momento Aaron, ahora transfórmate en elfo y tráemelo-dicho esto Silvara se dio la vuelta y marcho rápido a la puerta de la ciudad.
Poco tardo Aaron en traer a uno de sus hermanos- mi señora ella es Jynna, su animal de transformación es el halcón.
Silvara observo a la muchacha, no aparentaba mas de su propia edad, de un cabello pelirrojo y liso, de una mirada penetrante y llena de sabiduría, unos labios que a cualquiera de la raza humana hubieran cautivado unas facciones como la del ave que se podía transformar…es decir, se veía que cuando miraba a alguien lo hacia para inspeccionar hasta sus mas íntimos recovecos y de un cuerpo delgado y fino como el Aaron, esa era la muchacha que estaba en frente de Silvara- Jynna, ¿transformada en ave, puedes hablar como lo hacia Aaron?
La elfa hizo una reverencia para saludar a la muchacha- si mi señora, puedo transmitir mensajes si es lo que preguntáis.
Bien, ¿me arias un gran favor? ¿transmitirías un mensaje a Dalamar?
¿Dalamar? Ese no es uno de nuestros capitanes…
Es un semielfo, el hijo de ….Kira-dijo Aaron a la muchacha.
La elfa pensó un instante y después respondió sonriendo- deacuerdo, además tengo que ejercitar mis entumecidos músculos.
Comentarios de los pobladores
Escrito el 20/11/2006
Me hacostado seguir el hilop porque sinceramente no me acordaba de lo que pasó anteriormente (he tenido que ojear de nuevo las anteriores partes). Te mantienes en el hilo, con unas descripciones muy vivas, y lo dejas en un momento cumbre... cuando una elfa preciosa decide "ejercitar sus músculos".
Escrito el 20/11/2006
Archimago (7193 PGS)
Golden Sword TM
Mensajes: 1754
Administrador
Concuerdo con camus en que la continuación va sembrada.. una historia que se alarga más y más y que su argumento no va decayendo. Me ha gustado especialmente la contiendra entre Dalamar y el no-muerto... muy vívida.
Escrito el 21/11/2006
Una redacción llena de tu estilo, eso sí mejorado desde la última vez, y esa mejoría bien merece un voto alto. Se notan los párrafos más cuidados, eso sí, con mucha rapidez en los sucesos.
Confirmo tu buena continuación Turok.
Escrito el 24/11/2006
Hidalgo (1101 PGS)
Aventurero Solitario
La saga continúa! Personalmente, esta sexta entrega es de las que más me gustan de todas.
Escrito el 24/11/2006
Escudero (394 PGS)
Aventurero Solitario
Muchas gracias por vuestras opiniones, me alegro de que sigais leyendo mi relato y espero que os guste la proxima entrega pues sera de las ultimas. Un saludo y gracias por leer y seguir la saga :)
Escrito el 26/11/2006
Vampiro plebeyo (2169 PGS)
Aventurero Solitario
hasta yo la estoy siguiendo colega, y muy buena. buena marcha de las cosas y buena redaccion como dicen por ahi, o sea que engancha tope. a ver esa nueva entrega.
Escrito el 29/11/2006
Heraldo (18 PGS)
Golden Sword TM
Es un relato maravilloso y detallado quizas necesita mas ampliacion a nivel de la descripcion,espero leer pronto la continuacion de la saga.Un buen estilo muy parecido al de Wizard pero con un toque diferente.Te felicito mereces una buena puntuacion.Un saludo
Escrito el 01/12/2006
Rosacruz (1779 PGS)
Los Proscritos de Enthrel
Muy buena novela turok, que me he ido leyendo desde la parte 1 hasta esta 6, que para mi desgracia veo que no es la última de la engrega. Lo dejas en un momento cumbre, en los albores de una gran pelea seguro... no nos hgas esperar mucho.
Escrito el 05/12/2006
Fantástico... has tirado arriba la historia con mucha fuerza y con muy buen gusto. Lo dejas en una intensidad y tras haber llevado al lector por muy buenas letras y sucesos.
Me ha encantado las descripciones, muy mejoradas.
Escrito el 24/01/2007
Una obra esta la ltuya que nopasa indiferente... solo faltan las palomitas y la coke para leerla jeje, Muy buena continuación.,
Para poder escribir en los foros, debes registrarte como poblador en la web.
Es gratis y nunca te pediremos nada, prometido :)